Las provincias argentinas toman la posta en la COP30 ante una discreta delegación oficial
Ailén Desirée Montes
Belém (Brasil), 19 nov (EFE).- Representantes de diversas provincias argentinas dijeron «presente» en la trigésima cumbre climática de Naciones Unidas (COP30), frente a una delegación oficial de bajo perfil y un Gobierno nacional que le restó importancia a la cuestión climática desde sus inicios.
“Nos pareció importante que el mundo conozca que hay experiencia de políticas ambientales y políticas climáticas en los Gobiernos subnacionales y en las provincias de nuestro país, ante un Gobierno nacional negacionista”, afirmó a EFE el director de Transición Ecológica de la Provincia de Buenos Aires, Hernán Hougassian.
Este año, la delegación oficial argentina en la COP30 volvió a tener perfil bajo, tras protagonizar uno de los escándalos de la COP29 en Azerbaiyán, cuando retiró a la delegación sin explicaciones a dos días del inicio de las negociaciones.
El mismo presidente Javier Milei se abstuvo de participar en la cumbre de líderes previa a la COP30 y evitó referirse al tema en sus apariciones públicas.
Fuentes de la sociedad civil han revelado que la delegación argentina, conformada por cinco personas, ha decidido manejarse con «hermetismo» en lo que va de la COP30, sin ofrecer datos claros sobre su arribo y sus actividades.
“La jefa de delegación manda a todo el mundo a hablar con el departamento de prensa de Cancillería”, explicó una fuente, que prefirió no identificarse.
Un Gobierno sin Ministerio de Ambiente
En una de sus primeras decisiones al frente del Gobierno, Milei redujo el ministerio de Ambiente a una subsecretaría, y se estima que el presupuesto del área se contrajo casi un 69 % en términos reales este año en comparación con 2023, según datos de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN).
“Imaginate lo que significa” llevar adelante políticas climáticas con un Gobierno que “eliminó la cartera ambiental nacional y que prohíbe nombrar al cambio climático en los documentos”, comentó Hougassian.
Sin embargo, la gestión provincial, de diferente tinte político que el Ejecutivo, está por completar un plan de transición energética provincial, actualizó su inventario de gases de efecto invernadero y mantiene millonarias inversiones destinadas a acciones de mitigación y adaptación, relató el funcionario.
La Provincia de Buenos Aires, que congrega a 17 de los 46 millones de habitantes del país, sufrió en marzo una de las catástrofes climáticas más graves de la historia, cuando en la ciudad de Bahía Blanca hubo al menos 16 muertes, 100 desaparecidos y alrededor de 900 familias evacuadas por unas fuertes lluvias.
Hace un año, seis provincias del país se unieron en la Alianza Verde Argentina, con el fin de “liderar la acción climática ante un marco nacional que no acompaña”, dijo la secretaria de Ambiente y Cambio Climático de La Pampa, Vanina Basso.
La Alianza, integrada además por Córdoba, Entre Ríos, Jujuy, Misiones y Santa Fe, constituye un espacio de cooperación y articulación de políticas públicas en pos de “fortalecer” y “crear sinergias» entre los Gobiernos provinciales.
Sin embargo, las provincias pueden «implementar políticas ambientales» en su territorio, pero no pueden «tener protagonismo internacional”, contó el subsecretario de Ambiente de Chaco, Mariano Moro.
“En este tipo de cumbres, quienes hablan y tienen participación activa son los que suscribieron los convenios. En este caso, el Acuerdo de París lo suscribió la Argentina. Por eso que las provincias venimos, tenemos presencia como observadores, pero no como protagonistas”, comentó.
Repensar el financiamiento
Para muchos de los representantes provinciales, es primordial poner en discusión el sistemas de financiamiento y el acceso al crédito que, en su mayoría, demanda una garantía soberana.
Y “el Gobierno nacional toma la decisión de no otorgarla”, dice Hougassian. “Ni siquiera tendría que gastar plata porque es una deuda que tomaría la provincia o es un subsidio que se le da a la provincia, pero la decisión es política: obturar el desarrollo de las políticas ambientales», afirmó.
Por lo que otro de los objetivos es invitar «al conjunto de la arquitectura institucional en el marco de la COP a repensar el sistema de financiamiento internacional y ver cómo hacer para que estos fondos que movilizan recursos del norte hacia el sur lleguen directamente a los gobiernos subnacionales», dijo.EFE
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