
«Los colonos» muestra una página en blanco de la historia de Chile en el Festival de Tokio
Edurne Morillo
Tokio, 28 oct (EFE).- La película chilena «Los colonos» (2023), ópera prima del director Felipe Gálvez, fue recibida entre ovaciones en su estreno en Japón, donde compite por el gran premio del Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF), tras su exitoso paso por Cannes.
«Es un tema tabú, del que no se habla, como muchas otras historias en Chile. Se trata de un país que desprecia su historia y me preguntaba qué pasa cundo borras una pagina de la misma», explica Gálvez en una entrevista con EFE durante su visita a la capital nipona para dar apoyo a su película antes del fallo del jurado el próximo miércoles.
Felipe Gálvez (Santiago de Chile, 1983), que ya había dirigido cortometrajes, debuta en dirección de largometrajes con «Los colonos», una cinta que no deja indiferente al adentrarse en el género western y dar una muestra de la violencia sufrida por parte de los pueblos originarios del país.
La cinta, que fue seleccionada para la sección Una Cierta Mirada del Festival de Cannes (Francia), arranca en el año 1901 y narra las matanzas contra las comunidades indígenas del sur de Chile por parte de los terratenientes de la zona, en una historia que cuenta también cómo se construyeron las fronteras del país y cómo este comenzó a escribir su historia.
«Quería hacer un western como un acto subversivo e infiltrarme en ese género para criticarlo, ya que fue creado por Hollywood para justificar las matanzas contra la población indígena y el que supone uno de los mayores genocidios de la historia de la humanidad», detalla el realizador.
Una historia universal
Gálvez considera que lo acontecido en «Los colonos» no es algo exclusivo de Chile, sino que existen historias similares en gran parte de América Latina y del resto del mundo, destacando países como Taiwán o el desarrollo del conflicto actual entre Israel y Palestina.
«El conflicto palestino es muy similar: viene de la intolerancia entre dos pueblos, el blanco con el indígena, el absurdo de la propiedad y de la línea dibujada de la frontera», señala el director, quien considera que esta intolerancia pude llevar a algunos a querer matar o exterminar al otro «por no seguir sus reglas».
«Los colonos» no huye de la violencia, ya que Gálvez considera que se debe mostrar la inmensa crueldad que se produjo en la época. Sin embargo, no establece tampoco héroes ni villanos y deja una lectura abierta al espectador para que se pueda fomentar la conversación.
El éxito del cine chileno
La cinta de Gálvez llega al TIFF sólo un año después de que también compitiera su compatriota Manuela Martelli con «1976» (2022), también su ópera prima y que logró el premio a mejor actriz para su protagonista Aline Kuppenheim, en una cinta que revisa la dictadura de Augusto Pinochet.
«Creo que en esta generación estamos buscando otros puntos de vista, tratar temas históricos o de diferentes épocas, y temas que viven en la ambigüedad, paginas abiertas, en blanco, medianamente escritas, llenas de garabatos», señala el realizador, que considera que su obra y la de Martelli comparten un punto de vista poco frecuente de la historia de su país.
Mientras que Martelli narra «1976» desde la óptica de una familia afín al régimen de Pinochet, Gálvez presenta en «Los colonos» la perspectiva de aquellos que cometieron las masacres contra los pueblos indígenas chilenos con el objetivo de enriquecerse y para un supuesto desarrollo de la nación.
Después de pasar más de una década con su proyecto actual, Gálvez querría adentrarse en otro capítulo de la historia chilena en su próxima película y tratar otro género considerado tradicionalmente propagandístico, como son las historias de espías.
El TIFF pondrá punto final a su edición número 36 el próximo miércoles en una ceremonia en la que se anunciara no solo la mejor película, sino también premios a mejor dirección, actor y actriz, contribución artística y de audiencia. EFE
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