
Los líderes de Japón y Corea del Sur se reúnen con el foco en la cooperación económica
Tokio/Seúl, 22 ago (EFE).- Japón y Corea del Sur mantendrán el sábado su primera cumbre de líderes desde la llegada al poder del liberal Lee Jae-myung en Seúl, un encuentro destinado a coordinarse frente a Corea del Norte y plantear una cooperación económica en el marco del «nuevo orden comercial» de la Administración Trump, sin ignorar las disputas históricas que complican la relación bilateral.
En el encuentro programado en Tokio entre Lee y el primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, se espera especial énfasis en los planes para reforzar la cooperación militar trilateral con Estados Unidos y para sentar las bases de entendimiento sobre el plan de actuación frente al programa nuclear norcoreano.
Los tres aliados han reiterado recientemente su compromiso con la desnuclearización de la península coreana.
Asimismo, el mandatario surcoreano dijo el jueves en una entrevista al diario japonés Yomiuri que Seúl y Tokio necesitan impulsar una «cooperación económica innovadora».
«El nuevo orden comercial iniciado por Estados Unidos ha creado la necesidad de una comunicación más estratégica entre Corea y Japón», afirmó por su parte el asesor de seguridad nacional surcoreano, Wi Sung-lac, este viernes en una conferencia de prensa.
El líder surcoreano ha insistido en la importancia de la llamada «diplomacia itinerante», basada en visitas regulares de los líderes, y en su disposición a trabajar con Ishiba en una nueva declaración conjunta que supere la firmada en 1998 por los entonces líderes surcoreano y japonés, Kim Dae-jung y Keizo Obuchi.
La declaración es considerada un hito, ya que incluyó una disculpa formal de Tokio por su pasado colonial y la donación de mil millones de yenes (unos 5,8 millones de euros) a un fondo para ayudar a las llamadas «mujeres consuelo», el eufemismo utilizado para las víctimas coreanas de esclavitud sexual perpetrada por Japón, y abrió la etapa moderna de cooperación bilateral.
Lee dijo en la entrevista a Yomiuri que pretende respetar un controversial acuerdo bilateral de 2015 sobre dicha cuestión, un escollo en las relaciones bilaterales, que señala que este es «irreversible».
El dirigente señaló que es un pacto «muy difícil de aceptar» para los surcoreanos, pero que se trata de un compromiso de Estado que no debe revertirse.
Durante la Administración liberal surcoreana más reciente antes de la de Lee, la del expresidente Moon Jae-in, la postura crítica del mandatario y la sucesión de fallos judiciales en el Sur favorable a las demandantes marcaron un enfriamiento de las relaciones.
Pese a la postura conciliadora en ese punto, Lee ha reclamado al mismo tiempo a Tokio gestos sinceros hacia las supervivientes y un reconocimiento franco de la verdad histórica, lo que deja abierta la posibilidad de que el tema emerja en sus conversaciones con Ishiba.
La visita de Lee también llega tras la ofrenda enviada por Ishiba al santuario tokiota de Yasukuni el pasado 15 de agosto con motivo del 80 aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial, un gesto que Seúl lamentó con «profunda decepción» por considerar el templo un símbolo del pasado militarista japonés.
La cumbre supondrá una prueba para comprobar hasta qué punto ambos líderes pueden abrir nuevas áreas de colaboración sin quedar de nuevo atrapados por el peso del pasado.
Lee ha mostrado una actitud más moderada ante Japón en comparación a sus antecesores liberales, lo cual también puede haber sido influido por el contexto comercial impulsado por Trump, cuando Tokio y Seúl podrían estar alineando su estrategia antes de la cumbre del próximo lunes entre Lee y el presidente de EE.UU. en Washington. EFE
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