Los mercadillos navideños alemanes, un debate sobre seguridad, gastos y responsabilidades
Andrea Gallego Rodríguez
Berlín, 24 nov (EFE).- Las ciudades y pueblos de Alemania se vuelven a llenar de unos 2.500 mercadillos navideños, con un refuerzo de las medidas de seguridad en muchos de estos, tras el ataque del año pasado en Magdeburgo (en el este alemán), lo que puede suponer un aumento de los gastos para los organizadores.
Los típicos mercados navideños son una de las mayores atracciones turísticas en estas fechas, con más de 70 sólo en Berlín, donde el del distrito de Spandau es uno de los más grandes y el de la calle comercial Kurfürstendamm, uno de los más populares.
Para que estos mercados desarrollen su actividad normal y reciban como cada año a millones de visitantes, los organizadores deben colaborar con las autoridades locales para elaborar planes de seguridad.
Algunas de las medidas de seguridad más comunes en estos protocolos incluyen barreras de hormigón, controles de mochilas o barreras retráctiles.
Una portavoz de la Policía de Berlín explicó a EFE que las medidas policiales se planifican individualmente para cada mercado navideño y están sujetas a una evaluación continua de la situación.
«Para garantizar la seguridad pública, se realizan patrullas adaptadas a la situación y se llevan a cabo controles», apuntó la portavoz y añadió que también emplean puestos móviles en estas zonas en función de la situación.
Un dependiente de un puesto de vino caliente del mercadillo del Kurfürstendamm aseguró a EFE que ha observado más agentes de seguridad y más bolardos.
«Tiene que ver con la situación de Magdeburgo porque no se sabe qué puede pasar cada año, así que hay que estar preparado todo lo posible», reflexionó.
Por su parte, dos jóvenes señalaron que hay policías «en cada esquina y están todo el rato andando de lado a lado».
En diciembre de 2024, se produjo un atropello múltiple en Magdeburgo perpetrado por un médico saudí, crítico con el islám, lo que resultó en seis víctimas mortales y más de 330 heridos.
El juicio contra el conductor comenzó a principios de mes y se espera que sea el más importante celebrado en esta región desde la posguerra.
No es el único ataque de este tipo que ha tenido lugar en el país centroeuropeo en los últimos años, puesto que en 2016, en un atentado reivindicado por el Estado Islámico, un terrorista arrolló con un camión a una multitud precisamente en el mercadillo del Kurfürstendamm, dejando doce muertos y casi 170 heridos.
Magdeburgo, un año después del atentado
El mercadillo de Magdeburgo, un año después del atentado, volvió a abrir sus puertas la semana pasada, aunque su celebración se había visto envuelta en dudas por el protocolo de seguridad al ser categorizado como «un objetivo potencial para un ataque» por la Oficina Administrativa Regional.
Tras un tira y afloja, el Ayuntamiento de la ciudad consiguió llegar a un acuerdo, que se aprobó definitivamente un día antes de la apertura.
En este sentido, la alcaldesa de la ciudad, Simone Borris, declaró en un comunicado que todos los implicados habían trabajado «incansablemente» para que el mercadillo sea posible.
Por su parte, el canciller alemán, Friedrich Merz, también mostró su compromiso con el evento y su deseo de que se llegara a un acuerdo sobre su celebración «para que un acto terrible como el del año pasado no se pueda repetir».
En memoria a las víctimas, se prevé que el mercado cierre sus puertas el 20 de diciembre, el mismo día en el que se produjo el atentando.
Aumento de gastos y desinformación
En las ciudades más pequeñas, los ayuntamientos pueden ayudar a sufragar los gastos de los mercadillos, pero en urbes como Berlín corre a cargo de los organizadores, que colaboran con la Policía.
En el caso de Magdeburgo, se espera que el presupuesto alcance los 250.000 euros aproximadamente.
Últimamente han circulado algunos bulos en las redes sociales sobre las cancelaciones de los mercadillos navideños en Alemania, asociados a las preocupaciones ante posibles atentados terroristas.
Sin embargo, estas cancelaciones se deben en su mayoría al aumento de gastos, como el del pueblo de Overath o Kerpen, en la región de Renania del Norte-Westfalia, según medios locales.
Debate sobre responsabilidades
Por otro lado, también ha surgido un debate sobre quién tendría que hacerse cargo de este tipo de medidas, por lo que Borris hizo anteriormente un llamamiento al primer ministro de Sajonia-Anhalt, Reiner Haseloff, para que creara «una normativa inmediata, regional y jurídicamente sólida sobre los requisitos de seguridad».
Merz señaló que el protocolo de seguridad es una «tarea de la respectiva policía regional, no una tarea que pueda cubrir el Estado federal». EFE
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