Luigi di Maio, el rostro moderado del movimiento antisistema
El joven Luigi di Maio, de 31 años, representa el rostro moderado del Movimiento 5 Estrellas, el partido antisistema, en el que vivió una ascensión fulgurante.
El candidato oficial del M5E a primer ministro, que aparece siempre vestido en forma impecable y con modales elegantes, desde 2013 es vicepresidente de la Cámara de diputados, el más joven de la historia de Italia.
Con un estilo completamente diferente al del cómico Beppe Grillo, el fundador del movimiento famoso por sus vulgaridades y palabrotas, Di Maio es la nueva estrella de la agrupación que ha conquistado la simpatía de buena parte de los italianos hartos de la corrupción y los privilegios de la casta política.
El deslumbrante delfín de Grillo «es muy popular entre los militantes y su fuerza radica precisamente en ser diferente a Grillo, tanto por su forma de comunicar como por su apariencia», explicó a la AFP Alberto Castelvecchi, profesor de la Universidad Luiss de Roma.
– ‘Tranquilizar a las madres’ –
En menos de 10 años, sin experiencia ni título universitario, Di Maio escaló rápidamente todos los peldaños del movimiento antisistema.
Inició su carrera en Nápoles, donde sufrió en 2010 su primera derrota, hasta llegar tres años después al Parlamento y ser elegido vicepresidente de la Cámara de Diputados a los 26 años.
Elegido en septiembre pasado como candidato para el cargo de primer ministro en unas controvertidas primarias realizadas ‘on-line’, en las que no tuvo rivales, el joven napolitano se ha transformado en el indiscutible líder de la nueva fuerza política del país.
«Es un moderado, tranquiliza a las madres», sostiene el periodista Jacopo Iacoboni en un libro en el que lo retrata como «una criatura creada por la firma de marketing Casaleggio Associati», la empresa de consultoría que administra el sitio web y las actividades del M5E.
Nacido el 6 de julio de 1986 en Avellino -en la región de Campania, en el sur del país-, creció en la pequeña localidad industrial de Pomigliano d’Arco, en las afueras de Nápoles.
Hijo de un empresario de la construcción afiliado al derechista Movimiento Social Italiano -los herederos del dictador fascista Benito Mussolini-, y de una madre profesora de latín y griego, fue considerado siempre un «buen muchacho».
Dotado de una notable calma, Di Maio rechaza como peyorativa la definición de populistas que suelen darle los analistas a los dirigentes del M5E.
Para consolidar su imagen de hombre moderado, ha realizado varios viajes al exterior, se ha reunido con estudiantes estadounidenses de Harvard, así como con inversores de Londres.
También ha suavizado las posiciones del movimiento con respecto a una eventual salida de la Unión Europea (UE), y no descarta aliarse con otros partidos, quebrando una de las reglas más severas que se ha dado hasta ahora el movimiento.
– Marioneta –
«En temas de ética y de inmigración el candidato a primer ministro del M5E es como un surfista: sigue la ola del momento», escribió recientemente el semanario católico Famiglia Cristiana, tras recalcar los cambios de posición sobre el fenómeno de la migración africana.
«¿Se elige al hombre o su disponibilidad a ser guiado y aconsejado?», se interroga el diario moderado La Stampa.
La falta de estudios, su corta experiencia profesional, que se limita a haber sido administrador de un sitio web, alimentan la idea de que es un títere del brillante Beppe Grillo, sin armas para dirigir la tercera economía de la zona euro.
«El presidente francés tiene 40 años, el canciller austriaco los mismos que yo, 31 años. Es que le llegó la hora a los jóvenes», responde.