
Macron pondrá al frente de EDF a Luc Remont, ex alto cargo ministerial
París, 29 sep (EFE).- El presidente francés, Emmanuel Macron, ha elegido al jefe de operaciones internacionales de Schneider Electric, Luc Remont, un hombre con una larga experiencia en puestos de la alta administración y en los gabinetes gubernamentales, como futuro consejero delegado de EDF, en pleno proceso de nacionalización total.
La información fue revelada hoy por el diario Le Figaro, que en su página web explicó que Macron recibió el miércoles a Remont y que la oficialización de su nombramiento, en sustitución de Jean-Bernard Lévy, es «inminente».
Remont, de 53 años de edad, se formó en la École Polytechnique, uno de los centros universitarios de los que ha salido buena parte de la élite del país, y trabajó durante más de una decena de años en el Tesoro y en los gabinetes del Ministerio de Economía durante el segundo mandato del presidente conservador Jacques Chirac (2002-2007).
Según Le Figaro, acumulará las funciones de presidente y de director general, después de que el Ejecutivo hubiera dudado sobre la pertinencia de separarlas en dos personas diferentes como ocurre en la mayor parte de las empresas participadas por el Estado, como Renault.
En el caso de Electricidad de Francia (EDF), la participación del Estado debe aumentar del 84 % al 100 % en los próximos meses, como avanzó el propio Ejecutivo en junio con el argumento de garantizar el suministro de electricidad en el contexto generado por la crisis agudizada por la invasión rusa de Ucrania y para concretar la apuesta reforzada por la energía nuclear.
Su prioridad más urgente será poner en funcionamiento en las próximas semanas buena parte de los reactores nucleares que están parados por labores de mantenimiento o por defectos por corrosión que se ha detectado en varios de ellos.
Actualmente están parados más de la mitad de los 56 que componen el parque nuclear del país, y que normalmente contribuían con alrededor del 70 % a la generación de electricidad. Eso está obligando a realizar importaciones masivas de corriente de países vecinos como Alemania o España.
También deberá abordar rápidamente la complicada situación financiera que atraviesa EDF por la caída de su producción y por las inversiones que ha llevado a cabo y que va a tener que hacer para cumplir con los objetivos que le ha fijado Macron.
El más significativo es la construcción de seis nuevos reactores atómicos que deben entrar en servicio entre 2035 y 2050.
A más corto plazo, el reto es poner en producción a finales de 2023 el nuevo reactor nuclear de Flamanville, que acumula retrasos de más de 10 años sobre el programa inicial y cuyos costes de producción se han más que triplicado. EFE
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