Manifestantes contra el fin de ayuda al combustible se enfrentan con la Policía en La Paz
La Paz, 23 dic (EFE).- Una marcha convocada este martes por la Central Obrera Boliviana (COB) contra la retirada del subsidio de los combustibles terminó en enfrentamientos con los policías que resguardan los ingresos a la plaza Murillo, el centro del poder político en La Paz.
Centenares de mineros que trabajan para el Estado y en el sector privado, fabriles y maestros rurales marcharon hacia la plaza donde están las sedes del Ejecutivo y el Legislativo bolivianos, en una convocatoria de la COB en contra el fin de la subvención de los carburantes tras más de dos décadas.
Los movilizados intentaron ingresar a la plaza por cuatro lugares y trataron de retirar por la fuerza las vallas colocadas por la Policía.
Desde la marcha se lanzaron petardos y se detonaron cargas de dinamita para hacer retroceder a los agentes, que respondieron con gas pimienta y gases lacrimógenos.
Algunos manifestantes también intercambiaron insultos con los transeúntes que les cuestionaron su movilización.
El máximo dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Andrés Paye, dijo a los medios que su marcha era «pacífica» y justificó las detonaciones de dinamita al asegurar que tuvieron que «reaccionar» ante lo que consideró una provocación.
Tras la gasificación, los manifestantes bloquearon una de las principales vías del centro histórico de La Paz.
La COB convocó a una huelga general indefinida, medida que solo cumplen los mineros, mientras que algunos sectores como los campesinos de la región sureña de Chuquisaca bloquean algunas carreteras.
En la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, también un grupo de vecinos bloquearon la salida hacia la región andina de Oruro.
«Volver a dialogar»
La COB fue aliada política de los Gobiernos del Movimiento al Socialismo (MAS), de Evo Morales (2006-2019) y Luis Arce (2020-2025).
Es el primer conflicto social que afronta el presidente del país, Rodrigo Paz, desde que tomó juramento el pasado 8 de noviembre.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, José Gabriel Espinoza, dijo a los medios que el Gobierno respeta «toda movilización que respete los derechos de otros».
Espinoza expresó su deseo de que «esto no pase de una gasificación» y se pueda «volver a dialogar de la manera más civilizada y más pacífica posible» con los sindicatos, aunque criticó que la COB ponga como condición la anulación del decreto que acaba con las ayudas.
También cuestionó que la COB no haya reclamado en su momento cuando hace dos años empezaron a encarecerse los alimentos o ante la falta de combustible.
El decreto emitido el pasado miércoles por Paz estableció nuevos precios para combustibles, lo que supuso incrementos del 86 % para la gasolina y del 162 % para el diésel respecto al costo subvencionado que estuvo vigente por más de 20 años.
Según el Gobierno, mantener la subvención demandaría en 2026 un gasto de 3.500 millones de dólares, equivalentes al 6,4 % del producto interior bruto (PIB), por lo que no es posible retirar parcialmente el subsidio ni reponerlo. EFE
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