
Mauricio lucha con la explosión de casos de covid-19 al inicio de la temporada turística

En la isla africana de Mauricio, los hospitales están saturados, es difícil encontrar ventiladores y ya no hay suficiente espacio en el cementerio principal para las víctimas del covid-19.
Tres semanas antes de que abra sus puertas a los visitantes extranjeros, en el inicio de la temporada turística, el paradisíaco archipiélago se enfrenta a una alarmante explosión de contagios y muertes por el coronavirus.
En dos meses, los casos han aumentado cinco veces a más de 12.600 hasta el viernes, de lejos el incremento más fuerte en África durante este período, según datos compilados por AFP.
Desde el inicio de la pandemia, Mauricio ha registrado 1.005 casos de covid-19 por 100.000 habitantes, muy por encima del promedio continental de 598.
La crisis es tan aguda que el exprimer ministro Navin Ramgoolam, de 74 años, se trasladó a India para recibir tratamiento.
«La gente no percibe lo difícil que es la situación» dijo una enfermera en un centro de atención de covid-19, quien no se identificó por temor a represalias. «Ya estamos por encima de la capacidad hospitalaria».
En julio, la idílica isla del océano Índico conocida por sus playas, abrió parcialmente para visitantes internacionales vacunados.
Debían permanecer en una «burbuja hotelera» por 14 días antes de poder salir si tenían un resultado negativo en su prueba PCR.
El gobierno redujo ese período a siete días este mes, antes de una reapertura total prevista para el 1 de octubre, cuando los turistas tendrán libertad de recorrer la isla si presentan test PCR negativos 72 horas antes de viajar.
«La situación se agrava, pero nos han instruido no comunicarlo», indicó un médico que no quiso identificarse. «La prioridad del gobierno es asegurar una apertura tranquila de fronteras el 1 de octubre».
El gobierno no ha explicado el repunte de contagios, pero la prensa da cuenta de gente que ignora el distanciamiento y otras medidas de prevención después de vacunarse.
Las autoridades ordenaron vacunarse contra el coronavirus a la gente de algunos sectores bajo amenaza de multas y hasta cinco años de cárcel.
Hasta el sábado pasado, 61% de la población estaba plenamente vacunada.
– Sin red de protección –
Aún así, el escenario es desolador.
Bernard, un trabajador del cementerio Bigara en la isla principal, dijo que la zona reservada para víctimas del covid-19 ya está llena.
Los muertos ahora son llevados a otro cementerio en el norte de la isla, pero los habitantes están furiosos porque consideran que los entierran muy cerca de sus casas.
El diario L’Express informó que la policía debió intervenir cuando jóvenes lanzaron piedras a trabajadores de salud que enterraban cuerpos en el cementerio Bois-Marchand.
«Habíamos cerrado el país, pero aún así el número de contagios explotó», comentó el taxista Paul Pierre, quien dijo que la perspectiva de un aumento de turistas lo hace «estremecer».
Antes de la pandemia el turismo aportaba 25% del PIB.
«De repente nos encontramos sin una red de protección», dijo la recepcionista de hotel Diana Mootoosamy. «Al recibir turistas, ¿vamos a atraer divisas extranjeras o variantes» de covid-19, se preguntó.
– Experiencia traumática –
Otros dicen que la economía, que se contrajo 15% durante el último año fiscal, necesita desesperadamente el impulso del turismo.
«Mi restaurante está vacío desde marzo de 2020. Si los turistas no vuelven, tendré que cerrar», declaró a AFP el empresario John Beeharry.
El sistema de salud del país está luchando hacerle frente a la situación.
El líder opositor Xavier Duval contó su «traumática» búsqueda, semanas atrás, de un lecho de hospital con ventilador para un amigo cercano.
«Temo que Mauricio llegará al punto en que tengamos que decidir a quién darle respiración asistida y quién morirá», dijo.