Merz quiere proteger la industria del acero ante aranceles de EE.UU. y productos chinos
Berlín, 6 nov (EFE).- El canciller alemán, Friedrich Merz, manifestó este jueves su intención de proteger a la industria siderúrgica, según dijo, se encuentra en una «crisis existencial», en un contexto comercial internacional marcado por los aranceles de Estados Unidos y la abundancia excesiva de productos comerciales chinos subvencionados.
«La industria del acero en Alemania y Europa necesita una protección eficaz en el comercio exterior», dijo Merz en la Cancillería Federal, tras mantener una reunión junto a su vicecanciller y ministro de Finanzas, Lars Klingbeil, y representantes del sector metalúrgico.
«Estamos ante grandes desafíos en la política comercial en el mundo. Por un lado están los aranceles de Estados Unidos que van a subir y, entre otros, la llegada de bienes, en especial de Asia y de China, que inundan los mercados con acero subvencionado», agregó el jefe del Gobierno germano.
En este contexto, según expresó el canciller, el Ejecutivo alemán comparte «la preocupación de la industria del metal», a la que describió en una «situación de crisis existencial», por lo que planteó deben tomarse medidas de protección de los productos europeos, en la línea con las propuestas de la Comisión Europea.
«Vamos a necesitar una protección a la importación frente a los productores que no respetan las reducción de dióxido de carbono que hemos acordado», destacó Merz.
«En el pasado tuvimos otra postura, pero eran tiempos de mercados abiertos. Ahora, ante actores que no están respetando las reglas, tenemos que asumir otra actitud», añadió.
El canciller también dijo haber acordado con Klingbeil y los representantes del sector presentes en la reunión realizar esfuerzos para apoyar la producción del metal verde, cuyos materiales resultan mayormente de procesos de bajas emisiones y uso de energías renovables, además de subrayar el compromiso de su Ejecutivo para abaratar los costes energéticos.
«Sin una reducción del precio de la energía esta industria no es capaz de sobrevivir», enfatizó Merz sobre el sector siderúrgico, el que más energía emplea en su actividad en Alemania, sólo por detrás de la industria química.
Inversiones para acero alemán y europeo
Klingbeil, por su parte, reiteró los tres puntos claves esbozados por Merz -la protección del acero ante las importaciones, la necesidad de abaratar los precios de la energía y la necesidad de aumentar la competitividad- y señaló que el Gobierno alemán tiene herramientas con las que puede ayudar, como son el fondo especial de inversiones, dotado con 500.000 millones de euros, y los planes de aumento del gasto en Defensa.
«Si garantizamos que el acero que se utilice en esas inversiones sea acero alemán y europeo, podemos darle un impulso importante al sector», subrayó.
Tanto Merz como Klingbeil destacaron que en la defensa del sector no sólo estaba en juego una industria clave, sino también muchos destinos individuales y puestos de trabajo.
«No se trata de cifras económicas abstractas, se trata de empresas, de puestos de trabajo, de destinos individuales», afirmó Merz.
El presidente de la Unión de la Industria del Acero, Gunnar Groebler, agradeció a Merz la reunión y señaló que hubo un acuerdo pleno ante hay que tomar medidas.
«Se trata de mantener en Europa y en Alemania cadenas de suministro críticas claves para la defensa y para la resilencia. Nosotros, como empresarios, tenemos que hacer también nuestros deberes y esperamos que la política haga los suyos», aseveró.
Jürger Kerner, el vicepresidente del sindicato sectorial IG Metal, el mayor del sector siderúrgico, celebró la reunión.
Kerner dijo que había salido de ella convencido de que el sector puede salir de su actual estado de ‘shock’. EFE
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