
Ministro de Ecuador responsabiliza a indígenas de lo «que pase» tras cierre de diálogo
Guayaquil (Ecuador), 20 oct (EFE).- El ministro del Interior, John Reimberg, responsabilizó este lunes al movimiento indígena de «cualquier cosa que pase» a partir de ahora, después de que el Gobierno diera por cerrado el domingo el diálogo que mantenía con las organizaciones de la provincia de Imbabura, epicentro de las manifestaciones que comenzaron hace casi un mes tras la eliminación del subsidio al diésel.
«Pidieron un diálogo y estuvimos en el diálogo como Gobierno. Llegamos a acuerdos que hemos cumplido y que ellos no. Ellos se encargaron de cerrar la puerta a este diálogo, no llegaron a entender que lo que estábamos haciendo era bastante importante entre los dos. El Gobierno cumplió, ellos no cumplieron, se cierra el diálogo. A partir de ahora cualquier cosa que pase será responsabilidad de ellos», señaló a medios locales en los exteriores del palacio presidencial.
Reimberg reiteró que ya no van a dialogar «con nadie», porque el primer acuerdo al que habían llegado era que debían cesar las manifestaciones y abrir las vías, pero que eso no se cumplió.
«Lo anunciaron en una rueda de prensa en la que todos ustedes participaron y ni siquiera llegaron a ese punto», reprochó, en referencia al anuncio de una tregua que realizaron los líderes de los movimientos de Imbabura el pasado miércoles, tras varias horas de reunión con Reimberg en el municipio de Otavalo.
Sin embargo, al día siguiente las comunidades que participan de las manifestaciones desconocieron esa decisión y reafirmaron la continuidad de las protestas, que este lunes se mantienen en doce carreteras de tres de las veinticuatro provincias del país, la mayoría de ellas en Imbabura.
Las organizaciones indígenas de Imbabura señalaron que habían decidido mantener la movilización ante el «incumplimiento del Gobierno respecto a la desmilitarización de los territorios comunitarios» y la liberación de los doce detenidos en el municipio de Otavalo, «condiciones indispensables para continuar el proceso de diálogo».
Por su parte, las Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), que convocó las manifestaciones, aseguró que las palabras del ministro «constituyen una amenaza abierta y un intento de justificar la represión».
«Ese discurso prepara el terreno para falsos positivos, atentados de falsa bandera y montajes destinados a culpar y deslegitimar al movimiento indígena y al paro nacional. Responsabilizamos al Gobierno por cualquier hecho de violencia o provocación orquestada para silenciar la protesta, infundir miedo y fracturar la unidad popular», señaló el movimiento indígena.
Hasta el momento, las protestas dejan dos muertos por armas de fuego, cerca de 300 personas heridas y más de 200 detenidas, de las que alrededor de una veintena han sido enviadas a prisión preventiva con cargos por terrorismo presentados por la Fiscalía, según datos de las organizaciones defensoras de derechos humanos.
Si bien las protestas indígenas comenzaron por el rechazo al alza del precio del diésel, luego la Conaie incluyó la exigencia de la bajada en tres puntos del Impuesto al Valor Agregado (IVA) hasta el 12 % y la liberación de los detenidos durante las manifestaciones.
Así mismo, la Conaie agregó en el paro su rechazo al referéndum del próximo 16 de noviembre, en el que, entre otras cosas, se preguntará -por iniciativa del presidente Daniel Noboa- sobre la instalación de una Asamblea Constituyente para redactar una nueva Constitución, lo que ha llevado al Gobierno a señalar a la protesta como «política». EFE
cbs/enb