¿Nueva Constitución en Ecuador? Noboa quiere cambio, González defiende el legado correísta
Quito, 7 abr (EFE).- La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador será también un referéndum implícito sobre la actual Constitución, después de que el mandatario y candidato a la reelección, Daniel Noboa, haya anticipado que, si gana, promoverá una Asamblea Constituyente para elaborar una nueva carta magna.
Noboa quiere dejar atrás la Constitución de Montecristi (2008), que sentó las bases del mandato presidencial de Rafael Correa (2007-2017), y generar un nuevo marco constitucional para profundizar las reformas que ya ha emprendido en su año y medio al mando del país, especialmente en la liberalización de la economía.
«Tiene que haber una Constituyente rápida, no al estilo Correa», ha llegado a decir el candidato de Acción Democrática Nacional (ADN), mientras que su rival y candidata presidencial del correísmo, Luisa González, ha señalado que no es una prioridad para ellos en este momento.
Desde que llegó al poder en noviembre de 2023, Noboa ha buscado rápidamente replantear la Constitución, lo que consiguió en parte con un referéndum en 2024 donde obtuvo el respaldo mayoritario de la población a los cambios propuestos en materia de seguridad, para reforzar la lucha contra el crimen organizado.
Así se aprobaron medidas hasta ahora prohibidas en Ecuador, como el hecho de que las Fuerzas Armadas pudieran hacer operaciones contra bandas criminales sin necesidad de estado de excepción, la extradición de ecuatorianos a otros países donde sean requeridos por la Justicia o el equipamiento de las fuerzas de seguridad con armas incautadas a las estructuras criminales.
Bases militares extranjeras
Si prosperase una nueva Asamblea Constituyente en Ecuador, una de las principales propuestas ya en debate es levantar la prohibición para que se instalen bases militares extranjeras en territorio ecuatoriano, lo que en 2009 llevó a que Estados Unidos abandonase la base de Manta, en la costa ecuatoriana.
Para el correísmo, esta propuesta es un menosprecio a las Fuerzas Armadas ecuatorianas y un menoscabo a la soberanía nacional, mientras que Noboa lo ve necesario para reforzar la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
Si bien Estados Unidos ha señalado a través de su embajada que no ha habido una petición formal para instalar una base militar para sus tropas, el país norteamericano sería el primer interesado en recuperar esa posición geoestratégica en el Pacífico Este Tropical. Actualmente ya asisten a Ecuador en la interceptación de «narcolanchas».
También para Noboa quedó pendiente de acometer un endurecimiento de las penas, sobre todo para delitos ligados al crimen organizado, y el sistema judicial también está igualmente en su punto de mira, pues en varias ocasiones ha criticado casos de criminales que son detenidos y a las pocas horas vuelven a quedar en libertad.
Inversión privada en «sectores estratégicos»
En materia económica, para Noboa es clave facilitar la llegada de inversión privada en los denominados «sectores estratégicos», especialmente en el campo de la electricidad que está actualmente controlado por empresas estatales.
Y es que la falta de inversiones en el sector eléctrico se hizo palpable durante el año pasado, cuando una grave sequía llevó a que el país tuviese que racionar la energía con apagones programados de hasta catorce horas al día, debido también en parte a la falta de mantenimiento del parque termoeléctrico que debía activarse ante la caída de producción de las hidroeléctricas.
La administración de Noboa ha puesto el foco en atraer inversiones especialmente en los campos de minería, agricultura y turismo.
Son diversos proyectos mineros, la mayoría en manos de empresas canadienses, que están a la espera de obtener los permisos para explotar la riqueza mineral de Ecuador, prácticamente intacta hasta ahora y que está llamada a sustituir al petróleo como uno de los principales pilares de la economía ecuatoriana.
Consulta previa con indígenas
Estos proyectos se han visto hasta ahora frenados por la oposición de los indígenas, que reclaman su derecho a la consulta previa para, en la mayoría de casos, oponerse a la proliferación de la industrias extractivas en sus territorios, donde buscan preservar el medio ambiente.
La posibilidad de una Constituyente ha puesto en alerta al movimiento indígena que, entre sus condiciones para apoyar a González en esta segunda vuelta, está la defensa de la consulta previa y de los derechos colectivos de los pueblos indígenas y de la naturaleza, ya reflejado en la Constitución de Montecristi.
En su referéndum de 2024, Noboa vio también rechazado su planteamiento de permitir un contrato laboral por horas para dinamizar el mercado de trabajo y fomentar la creación de empleo que permita, además, incrementar el número de afiliados al Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS), sobre el que también está pendiente una reforma. EFE
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