Un fragmento de la historia de los Althaus
Los Althaus están diseminados por toda la Argentina, del más extremo norte al más extremo sur del país.
Para contar parte de su historia, hay que remontarse al 6 de febrero de 1884, fecha en que arribaron al puerto de Buenos Aires.
En aquel entonces, el contingente familiar estaba integrado por Ludwig y Bárbara, su hijo Friedrich y su esposa Katharina Amacher, y cuatro hijos de la pareja: Friedrich Jr. y Bertha (hasta aquí todos suizos), Wilhelm Rockel e Ida Emma, nacidos en Sudáfrica.
El 3 de agosto de ese mismo año nació en Argentina el quinto hijo de Friedrich y Katharina, Luis Emil.
La frustrada travesía de Friedrich a Sudáfrica
La situación no era demasiado buena en la Confederación para los campesinos jóvenes, motivo por el cual se alentaba a la emigración hacia otras tierras.
Con sólo 20 años, Friedrich se casó con Katharina y juntos buscaron destino, en 1878, en tierras sudafricanas. Mientras, los pequeños Friedrich Jr. y Bertha quedaron al cuidado de sus abuelos en Interlaken.
En medio de la travesía, apenas antes de llegar a destino, nació en altamar el pequeño Wilhelm Rockel, quien adopta la ciudadanía sudafricana y, poco más tarde, en 1880, vino al mundo Ida Emma.
Sin haber podido adaptarse a las tierras sudafricanas, la oferta de emigrar hacia el sur convocó a toda la familia en Ciudad del Cabo para organizar la partida que los conduciría a Buenos Aires.
Argentina, país de inmigrantes
Por esos años la Argentina promovía aún la inmigración con éxito, y la comunidad suiza ya estaba afianzada gracias a políticas de colonización impulsadas en Santa Fe y Entre Ríos a mediados de los años 50 y 70, y a colonias afincadas en Buenos Aires y Corrientes.
Para 1885, la familia ya estaba instalada en la ciudad santafesina de Rosario, asentada en las tierras que rodeaban las vías ferroviarias. La ubicación estratégica del lugar, lo tornó preferido por muchos inmigrantes, fundamentalmente para suizos, alemanes y algunos franceses.
Más tarde, Ludwin y Bárbara se instalaron en Romang con los pequeños nietos Friedrich y Bertha, a quienes ya habían cuidado cuando sus padres probaban suerte en Sudáfrica.
Difíciles momentos
Según datos familiares, Friedrich padecía tuberculosis y su salud se deterioró apresuradamente, lo que lo llevó a la muerte a los 41 años. Su esposa Katharina quedó sola a cargo de siete niños, y Wilhelm, con escasos 17 años, se convirtió en el jefe del hogar. Ida Emma, Luis, Jakob, María, Sussanah y Edward, quedaron a su cargo.
Friedrich Jr. y Bertha corrieron mejor suerte en Romang. El varón se dedicó al comercio y se casó a los 26 años con Margarita.
Bertha, por su parte, contrajo matrimonio a los 19 años con Teófilo Kaenel y tuvieron cuatro hijos: Margarita Isolda, Ana, Clara y Amadeo. Es de esta rama que desciende el actual presidente Néstor Kirchner.
Nueva sangre, nuevos destinos, un ejemplo.
Ludwig y Bárbara tuvieron una numerosa familia, once hijos en total, de los cuales seis eran mujeres. El apellido de sus esposos eran: Sager, Derendinger, Voegeli, Guggisberg, Wingeyer y Kaenel.
A medida que transcurren las generaciones, se agregan nuevos apellidos a las ramas femeninas de la familia, lo que hace que hoy sea dificultoso para los descendientes de aquellos colonos llegados hacia 1880, seguir la historia de su sangre.
La fiesta de los Althaus mostró dos cosas. Por un lado, la riqueza que la familia de inmigrantes de Ludwig y Bárbara aportó a la Argentina, con diversidad de oficios, profesiones y culturas. Por el otro, que hombres tesoneros como Carlos Althaus, acompañados por quienes persiguen un objetivo común, pueden lograr lo impensable.
Swissinfo, Norma Dominguez, Santa Fe.
Los primeros Althaus llegaron a la Argentina en 1874. La numerosa descendencia se reunió recientemente en Romang, Santa Fe.
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