Evitan ahondar heridas con ley sobre extranjeros
El 70% de los presos de las cárceles suizas son de origen extranjero; razón por la que la UDC presentó una iniciativa que propone expulsarlos cuando cometen un delito.
La cámara alta de Suiza, inquieta tras la votación de los alminares, anuló el debate previsto la víspera y transfirió la discusión del tema al 2010. Los extranjeros son, simultáneamente, 20% de la fuerza productiva helvética y fuerza clave para la prosperidad del país.
La herida aún está abierta y la mirada internacional atenta. Por ello, la cámara alta de Suiza prefirió no tomar riesgos.
Este jueves (10.12), el Consejo de los Estados (Cámara alta) anuló el debate que tenía previsto para la iniciativa: “Reenvío de extranjeros criminales”. Un proyecto elaborado por la ultraderecha de la UDC que cuenta con el respaldo de 211.000 firmas ciudadanas.
Hace menos de dos semanas (29.11), los suizos decidieron (con 57,5% de votos a favor) prohibir la construcción de nuevos alminares en su territorio, un fallo altamente cuestionado en el extranjero.
Ante el temor de activar un nuevo debate de tinte xenófobo, la Comisión de Instituciones Políticas del Consejo de los Estados (CIP) anunció súbitamente una moción que envía la revisión de esta iniciativa al 2010.
Los extranjeros son parte del pulso económico de Suiza, sin ellos, el país sería mucho menos próspero. Sin embargo, 70% de los presos de las cárceles helvéticas son de origen extranjero. Una combinación de datos que asegura la controversia.
Valor agregado para la economía
En Suiza hay 1,7 millones de extranjeros, es decir, uno de cada cinco habitantes. Una proporción que se repite en las cifras de la fuerza productiva del país, refieren datos de la Oficina Federal de Estadística (OFS).
De acuerdo con el KOF, centro de investigaciones coyunturales del la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ), la estadía de extranjeros en Suiza entraña sólo ventajas de siete años a la fecha.
“En 2009, la población de la Unión Europea (UE) que trabaja en Suiza (70% de la fuerza productiva extranjera) aportará riqueza al país por 5.500 millones de francos; y se trata de una fuerza laboral cualificada y que no compite con la nacional”, cita KOF.
Esto explica que los suizos hayan decidido apoyar en febrero pasado (con 59,6% de votos a favor), la extensión para Bulgaria y Rumania del Acuerdo de Libre Circulación de Personas que Berna y Bruselas tienen en vigor desde el 2002.
Contradicción penitenciaria
Las cifras de la “Encuesta sobre la Privación de la Libertad”, documento que publica anualmente el Servicio de Estadísticas sobre Criminalidad y Derecho Penal de la Oficina Federal de Estadística (OFS), ofrece, no obstante, otra mirada sobre la presencia de los extranjeros en Suiza.
En 2008, siete de cada 10 presos eran de origen extranjero. Es decir, 3.946 sobre una población total penitenciaria de 5.780 personas.
La división de criminalidad de la OFS reconoce en su informe que hay dos razones fundamentales que explican dichas cifras.
Primero, Suiza, a diferencia de países como Francia o Estados Unidos, privilegia la adquisición de la nacionalidad a través del derecho de sangre, no del de suelo, con lo que muchos extranjeros se mantienen con este estatus a pesar de llevar años viviendo en Suiza.
Segundo, y más importante, 85% de las condenas suizas son de corta duración y aceptan, por lo tanto, la supervisión electrónica y la realización de trabajos comunitarios. Sólo que dichas penas no son aplicables a delincuentes sin domicilio o sin situación profesional definida, lo que frecuentemente deja fuera de este beneficio a los extranjeros que piden asilo o no tienen trabajo.
Rebatinga política
La UDC es radical en su posición: “Tener cárceles con 70% de extranjeros es un hecho inquietante, y lo es también que cada prisionero le cueste a los suizos 300 francos por día”.
La ultraderecha suiza condenó pues severamente la decisión del Consejo de los Estados (30 votos a favor y 6 votos en contra), de suprimir su iniciativa de la orden del día y afirmó que “se retrasa la toma de medidas que refuerzan la seguridad interior”.
La población espera desde hace tiempo, medidas eficaces contra los criminales extranjeros, y reenviarlos a su patria es un paso en esa dirección. La decisión del Consejo de los Estados deja claro el desinterés de algunos legisladores por la seguridad de sus ciudadanos, añadió en un mensaje oficial y apuntilló: “Tras el triunfo de la iniciativa de los alminares, el Consejo de los Estados teme al pueblo suizo”.
Urs Swchwaller, legislador de centro (PDC) y miembro de la Comisión de Instituciones Políticas (CIP), reviró de inmediato, en declaraciones a Radio Suisse Romande, que “hay que evaluar con cuidado cuáles serían las implicaciones de esta iniciativa en el plano internacional”.
Se trata de matizar, nadie duda que un extranjero debe irse en caso de violación o crimen, pero ¿merece el mismo trato alguien que realizó un robo menor?, cuestionó Schwaller.
Y finalmente dijo que su comisión trabajará en este tema desde enero, y afirmó, “no debemos tener miedo a los suizos, ellos decidirán lo mejor y asumirán las consecuencias”.
Andrea Ornelas, swissinfo.ch
En Suiza, la población extranjera ascendió a 1.7 millones de habitantes en 2008, según la OFS, y las nacionalidades son:
Alemania, 234.600 personas;
Francia, 87.400;
Italia, 291.300;
Austria, 35.700;
Portugal, 196.800;
España, 65.200;
Resto de la UE, 406.800;
Serbia y Montenegro, 184.700;
Turquía, 72.200;
Africa, 54.800;
America, 69.800;
Asia, 96.900;
Australia, 3.800
En Suiza, el 70% de los presos son extranjeros; en Alemania, 34%; en Francia, 21%; en Italia, 28%; y en Luxemburgo, 60%.
La iniciativa del “Reenvío de Extranjeros Criminales” sería violatoria de la Convención Europea de Derechos del Hombre y de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, según la interpretación que juristas y políticos nacionales e internacionales le den.
El Centro Internacional para el Estudio de Prisiones, perteneciente al King´s College of London, realizó un estudio sobre los sistemas penitenciarios internacionales que concluyó que los criminales que purgan penas en las cárceles suizas vienen de una treintena de países, pero la mayoría de ellos procede de los Balcanes y comete delitos ligados al tráfico de drogas.
El Parlamento suizo es la autoridad suprema del país, y está conformado por el Consejo Nacional, que representa al pueblo; y por el Consejo de los Estados, que representa a los cantones.
INICIATIVA: “REENVÍO DE EXTRANJEROS CRIMINALES”
La iniciativa de la derecha radical de la UDC propone realizar modificaciones constitucionales para permitir que:
1) Los extranjeros sean privados de su permiso de residencia y de todos sus derechos para continuar en Suiza si fueron condenados por muerte, violación, delitos sexuales graves, actos de vandalismo, tráfico de drogas y tráfico de seres humanos.
2) Si han utilizado abusivamente las prestaciones y/o ayudas sociales que ofrece el gobierno.
Se les prohibirá regresar a territorio suizo durante un periodo de entre 5 y 15 años, según la infracción cometida. En caso de reincidir en un delito, la prohibición aumentará a 20 años.
Si un extranjero rechazado en Suiza volviera a entrar al país sería sujeto de la aplicación de nuevas penas.
Si el Parlamento no presenta un contra-proyecto a la iniciativa de la UDC, ésta será votada por la población antes de septiembre del 2010. Si existe contra-proyecto, podría aplazarse la votación hasta julio del 2011
En cumplimiento de los estándares JTI
Mostrar más: SWI swissinfo.ch, certificado por la JTI
Puede encontrar todos nuestros debates aquí y participar en las discusiones.
Si quiere iniciar una conversación sobre un tema planteado en este artículo o quiere informar de errores factuales, envíenos un correo electrónico a spanish@swissinfo.ch.