Ramaphosa asegura que Trump quiere revertir el boicot de EE.UU. a la cumbre del G20
Johannesburgo, 20 nov (EFE).- El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, aseguró este jueves que ha recibido un aviso formal de Estados Unidos para participar de alguna forma en la Cumbre de Líderes del G20 que se celebra este fin de semana en Johannesburgo, después de que Donald Trump boicoteara la reunión.
«Hemos recibido una notificación de Estados Unidos, sobre la cual aún estamos dialogando, acerca de un cambio de postura respecto a su participación en la cumbre, de una u otra forma», afirmó Ramaphosa en una rueda de prensa conjunta en Johannesburgo con los presidentes de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Consejo Europeo, António Costa.
«Las conversaciones continúan. Esto llega prácticamente a última hora antes del inicio de la cumbre. Por tanto, necesitamos entablar este tipo de conversaciones para evaluar su viabilidad y sus implicaciones», subrayó el mandatario, cuyo país ejerce la presidencia de turno del G20 (grupo de países desarrollados y emergentes».
El jefe de Estado incidió en que se trata de «una señal positiva, muy positiva».
«Como he dicho en repetidas ocasiones, la política de boicots nunca funciona. Siempre es mejor estar dentro del grupo que fuera. El grupo es el G20. Todos los países están presentes y Estados Unidos, al ser la mayor economía del mundo, debe estarlo», afirmó.
«Es grato saber que hay un cambio de enfoque y seguimos analizando cómo se materializará», añadió Ramaphosa sin dar más detalles, entre especulaciones periodísticas sobre la posibilidad de que un representante de la Embajada de EE.UU. en Pretoria participe en la ceremonia en la que Sudáfrica debe ceder la presidencia rotatoria del grupo, que asumirá Washington a partir del próximo 1 de diciembre.
Antes del giro anunciado este jueves, el líder sudafricano había sugerido que, si se producía la ausencia de Washington en la cumbre, era probable que entregara «simbólicamente» la presidencia del G20 a «una silla vacía».
El pasado día 7, Trump afirmó que «es una auténtica vergüenza que la cumbre del G20 se celebre en Sudáfrica», al sostener que los afrikáners (sudafricanos descendientes de colonos neerlandeses) «están siendo asesinados y masacrados» y sus tierras «confiscadas ilegalmente».
«Ningún responsable del Gobierno estadounidense asistirá mientras continúen estas violaciones de los derechos humanos», anunció el inquilino de la Casa Blanca, anulando su decisión anunciada en septiembre de enviar al vicepresidente, J.D. Vance, a la primera cumbre de jefes de Estado y Gobierno del G20 que acoge África.
Ante la recurrente alegación del presidente norteamericano sobre una supuesta persecución violenta contra la minoría blanca sudafricana, nunca sustanciada con pruebas fehacientes, Pretoria insiste en que esa afirmación «no está respaldada por hechos».
La relación entre Sudáfrica y EE.UU. se ha tensado desde que Trump ordenó en febrero la suspensión de ayuda económica al país austral por el contencioso de los afrikáners, entre otros reproches.
Desde la creación del grupo en 1999, nunca se había ausentado por completo, en una cumbre de líderes, Estados Unidos, primera economía mundial y que ha desempeñado un papel crucial en esas reuniones, establecidas para abordar asuntos políticos y económicos candentes. EFE
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