
Sudáfrica pide «contención» a la vecina Esuatini en la represión de protestas
Johannesburgo, 1 jul (EFE).- El Gobierno de Sudáfrica expresó hoy su preocupación por la situación del vecino reino de Esuatini (antigua Suazilandia), la última monarquía absoluta de África, y pidió «contención total» a la hora de reprimir las protestas prodemocracia que sacuden el país desde hace varios días.
«Estamos especialmente preocupados por las informaciones de pérdida de vidas (no confirmadas oficialmente) y de destrucción de propiedades», señaló Sudáfrica, a través de la cuenta de la red social Twitter de su Ministerio de Asuntos Exteriores.
«El derecho a la protesta pacífica está universalmente reconocido», recordó el Ejecutivo que encabeza el presidente Cyril Ramaphosa, antes de pedir a las partes diálogo.
La de Sudáfrica, país cuyo territorio rodea al pequeño reino suazi, no ha sido la única expresión de preocupación ante la volátil situación que vive Esuatini.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch (HRW) o Amnistía Internacional (AI) también exigieron al Gobierno del rey Mswati III que se garantice el respeto a los derechos humanos.
HRW «entrevistó a ocho manifestantes por teléfono. Describieron tanto disparos indiscriminados contra los manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad como violencia por parte de algunos manifestantes», indicó hoy esta organización en un comunicado.
Este miércoles, el opositor Partido Comunista de Suazilandia (CPS, por sus siglas en inglés), que opera fundamentalmente desde Sudáfrica, denunció la muerte de al menos cinco manifestantes a manos de la Policía y 50 heridos por arma de fuego, así como arrestos indiscriminados de los manifestantes.
El Gobierno mantiene cortada la conexión a internet en el país, por lo que el acceso a la información es limitado.
Para controlar las protestas, que se habían tornado especialmente violentas el lunes pasado, las autoridades ordenaron un toque de queda y el cierre de las escuelas (medidas justificadas también, según el Ejecutivo, para luchar contra la covid-19) y desplegó al Ejército en las calles.
PROTESTAS PRODEMOCRACIA
Los manifestantes exigen desde hace semanas reformas políticas en la última monarquía absoluta de África y claman contra la brutalidad con la que se reprime cualquier intento de disidencia.
Esuatini se encuentra bajo el mando de Mswati III desde 1986 y cuenta con poco más de un millón de habitantes, en su mayoría jóvenes.
Casi el 60 % de su población rural (la gran mayoría del país) vive con recursos por debajo de la línea de la pobreza, según datos del Banco Mundial.
La situación social contrasta, sin embargo, con el nivel de vida de lujo del que goza Mswati III.
En abril de 2018, el propio monarca decidió cambiar el nombre oficial del país, sustituyendo el nombre en inglés Swazilandia (Suazilandia) por Eswatini (Esuatini), que en la lengua local significa «el lugar de los suazi» (etnia mayoritaria).
Además de la falta de derechos y libertades a nivel político, el país afronta altos niveles de pobreza y una alta prevalencia de problemas sanitarios como la tuberculosis y el VIH.
La oposición asegura que Mswati III abandonó Esuatini el lunes en un jet privado en dirección a Johannesburgo.
El primer ministro, Themba Masuku, lo desmintió rotundamente, pero por el momento el monarca no ha comparecido en público. EFE
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