
Sudán acogerá refugiados etíopes en campo para víctimas de hambruna de los años 1980

Sudán anunció el jueves que acogería a miles de etíopes que huyen de la violencia y cruzan la frontera a pie, bicicleta o a bordo de embarcaciones, en el campo que en los años 1980 recibió a las víctimas de la hambruna.
El ejército etíope dirige desde hace una semana una operación militar en la región secesionista del Tigré (norte) que empujó a más de 11.000 personas a cruzar a Sudán, según un responsable sudanés.
Cientos de personas han muerto en esta operación impulsada por el primer ministro etíope Abiy Ahmed, ganador del Premio Nobel de la Paz el año pasado.
Según un fotógrafo de la AFP en la región de Hamdait, fronteriza con Etiopía, los refugiados, en su mayoría mujeres, jóvenes y niños, llegan en bicicleta, en rickshaw, pero sobre todo andando, y parecen exhaustos.
Cientos de personas esperaban aún en el lado etíope de la frontera para intentar atravesar el río que separa ambos países, según el fotógrafo.
Ante la afluencia, las autoridades sudanesas abrieron el jueves un campo que en los años 1980 acogió a miles de personas que huían de la peor hambruna del siglo en Etiopía.
«Para acoger la ola de refugiados […] hemos reabierto el campo de Um Raquba [cerca de la frontera etíope], construido en los años 1980 y cerrado en 2000», declaró el gobernador del estado de Gedaref, Suleiman Ali Mohammad, a la agencia oficial Suna.
Un responsable de la Comisión sudanesa para los Refugiados, Mohammed Rafic, indicó a Suna que su organización iba a desplegar helicópteros y vehículos para trasladar a los refugiados hasta el campo, situado a unos 80 kilómetros de la frontera.
De 1983 a 1984, miles de personas huyeron de Etiopía, que sufría una de las peores hambrunas del siglo, causada por una terrible sequía y amplificada por una guerra dirigida por el dictador Mengistu Haile Mariam contra la guerrilla del Tigré.
Entre los refugiados de entonces, figuraban falashas, judíos etíopes, más de 8.000 de los cuales fueron llevados a Israel a través de Jartum.
La oficina de asuntos humanitarios de la ONU advirtió el miércoles que la falta de acceso significa que los «alimentos, salud y otros suministros de emergencia no pueden llegar a la región» y expresó la «creciente preocupación por la protección de los civiles frente a las hostilidades».