Sueño frustrado de Wilders en Países Bajos: líder en los sondeos, vetado por sus rivales
Imane Rachidi
La Haya, 27 oct (EFE).- Geert Wilders, líder de la derecha radical en Países Bajos, parte como favorito en los sondeos para ganar las elecciones del miércoles, pero sus rivales políticos le condenan a la oposición, después de que la mayoría haya vetado cualquier posible coalición con su formación tras el fracasado experimento de gobierno que cayó en verano.
El veterano político, que lleva más de dos décadas en el Parlamento y ha hecho del rechazo al islam y a los inmigrantes su marca ideológica, encabeza las encuestas con entre 25 y 31 escaños, menos que los 37 que tiene actualmente en el Parlamento (150 escaños), pese a haber suspendido su campaña durante varios días por supuestas amenazas terroristas.
El episodio, tras saberse que su nombre habría aparecido en una lista de un grupo extremista belga, llevó al líder del partido de derecha radical PVV a cancelar su participación en debates clave, aunque las autoridades neerlandesas confirmaron después que no existían indicios de una amenaza real y él volvió a la actividad electoral. Wilders suele comunicarse a través de sus redes sociales y raramente otorga entrevistas, por lo que continuó su campaña mayormente en línea.
Wilders ha mantenido protagonismo con su tono desafiante, aunque en los debates televisados suele ser blanco principal de sus rivales, que lo tildaron de “desertor” por haber forzado la caída de dos gobiernos en los que participó -en 2012 con el liberal Mark Rutte, y el pasado verano con tres socios de derechas- y lo acusaron de no haber logrado nada pese a su peso parlamentario.
“Tres partidos dando patadas al PVV”, resumió con ironía tras uno de los debates, mientras los líderes de la izquierda GroenLinks-PvdA (alianza de ecologistas y socialdemócratas), del liberal de derechas VVD y del democristiano CDA insistían en que no formarán coalición con él.
Experimento fracasado
En la coalición que gobierna ahora en funciones, Wilders fue vetado por sus socios como primer ministro, pese a ser el líder del partido mayoritario, poniendo en su lugar al funcionario sin afiliación política Dick Schoof, pero ese experimentó duró 11 meses. En junio pasado, Wilders retiró a todos sus ministros y forzó la convocatoria de elecciones, al considerar que sus socios no endurecían lo suficiente la política contra el asilo.
Ese fracaso confirmó las dificultades de Wilders para transformar su peso electoral en poder real, y ahora intenta reconstruir su imagen de gestor sin renunciar a su discurso radical.
En su programa electoral, titulado “¡Este es tu país!”, repite su exigencia de una suspensión total del asilo -“Países Bajos está lleno, superlleno, a reventar”, escribe en el prólogo- y promete cerrar los centros de acogida, denunciar la Convención de Refugiados de la ONU y devolver a todos los sirios a su país o a “otros países árabes”.
Aunque ha eliminado de su agenda inmediata las antiguas propuestas de prohibir el Corán y las mezquitas, mantiene que el islam es “la mayor amenaza existencial para nuestra libertad”.
Wilders también promete reinstalar literas en las celdas y eliminar el derecho de queja de los presos, suprimir la financiación pública de la radiotelevisión neerlandesa (NPO) y transformar la región de estudios de las cadenas públicas Mediapark en un barrio residencial. Defiende que “solo existen dos sexos, hombre y mujer”, y eliminar los fondos destinados a políticas climáticas.
Su liderazgo autoritario dentro del PVV -es su único miembro oficial- y su historial de conflictos con la justicia por incitación al odio alimentan tanto su perfil antisistema como el rechazo del resto del espectro político. La Asociación Neerlandesa de Abogados lo incluyó entre los partidos cuyas propuestas suponen “graves riesgos para el Estado de derecho”.
«Adoración ciega» por Israel
En cuanto al drama humanitario en Gaza, Wilders defendió la ofensiva israelí y aseguró en televisión que las muertes de civiles son “inevitables” y que “Israel no comete crímenes de guerra”.
“Si Países Bajos hubiera sido atacado como Israel, yo habría hecho lo mismo”, dijo, recibiendo críticas incluso de entre comentaristas conservadores, que lo acusaron de “adoración ciega” hacia Israel.
Los sondeos lo sitúan como ganador, pero sin mayoría suficiente, como es tradicional en un Países Bajos de coaliciones de gobierno. Los otros grandes partidos en los sondeos, el bloque progresista GroenLinks-PvdA (22-26), el liberal de izquierdas D66 (19-23) y el democristiano CDA (18-22) ya han dicho que vetarán cualquier acuerdo con él.
Wilders, que se presenta como “la voz de los neerlandeses olvidados”, ha convertido ese aislamiento en argumento electoral: “Ya verán lo grandes que seremos”, advirtió.
Pero, incluso si el PVV logra una victoria simbólica el miércoles, todo apunta a que seguirá enfrentándose a la misma paradoja que lo ha acompañado durante veinte años: tener peso parlamentario, sin poder cumplir su sueño de ser primer ministro. EFE
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