Alfonso Gómez, ecologista y gallego, toma posesión como nuevo alcalde de Ginebra
Juan Verano
Ginebra, 7 jun (EFE).- El ecologista de origen gallego Alfonso Gómez fue investido hoy alcalde de Ginebra en un acto simbólico en el que han sonado las gaitas de la Irmandade Galega da Suiza y se ha servido un menú completamente vegetariano.
Aunque su mandato comenzó el pasado 1 de junio, Gómez tomó hoy posesión de su cargo como regidor principal de la ciudad en un evento amenizado por la música típica de sus dos patrias: Suiza y Galicia.
El nuevo alcalde nació en Corme (A Coruña) en 1960 y es miembro del Partido Verde de Ginebra desde el año 1999, ciudad que lo acogió a él y a sus padres hace medio siglo.
Gómez se siente “suizo y gallego” y sigue muy vinculado a su lugar de origen, donde vive ahora su madre, a la que visita muy a menudo.
“Nací en Galicia y tengo un gran amor por Galicia, por su historia y por el pueblo gallego”, dijo hoy en una entrevista con EFE en su despacho, de cuyas paredes cuelga una copia del poema “El Sudor” de Miguel Hernández.
El ejemplo de su abuelo, maestro republicano represaliado por la dictadura franquista, fue fundamental para forjar su conciencia política junto a la impresión que le causó la ciudad de Ginebra cuando se estableció en ella a los catorce años de manera definitiva.
Gómez militó en el Partido Socialista en la década de los ochenta, compaginando su militancia política con su trabajo como delegado del Comité Internacional de la Cruz Roja en países como Sudán o Irán.
TAN SÓLO UN AÑO COMO ALCALDE
La alcaldía de Ginebra recae cada año sobre uno de los cinco miembros del Consejo Administrativo de la ciudad, que son elegidos cada lustro mediante sufragio universal.
En la práctica, el poder del alcalde es el mismo que el del resto de sus compañeros, pero su visibilidad en los actos oficiales o en los medios de comunicación es mucho mayor durante los doce meses en los que ejerce el cargo.
En esta legislatura, que comenzó en 2020 y terminará en 2025, Gómez ha dirigido el Departamento de Finanzas, Medioambiente y Vivienda de la ciudad.
En su carta de presentación como alcalde destacó el compromiso de Ginebra con los desafíos sociales y climáticos, especialmente en lo relativo a la lucha contra la contaminación y el calentamiento global.
“BANQUETES URBANOS” Y MÁS ÁRBOLES
Para concienciar a los ginebrinos, el alcalde ofrecerá periódicamente “banquetes urbanos” en los distintos barrios de la ciudad para que la ciudadanía intercambie opiniones y propuestas sobre alimentación sana, accesible y saludable.
“La ciudad de Ginebra está desde el año 2020 en urgencia climática, y uno de los aspectos más importantes en este ámbito es la alimentación. Por ello vamos a organizar estos banquetes a la imagen de los viejos banquetes republicanos del siglo XIX”, comentó Gómez, que añadió que la comida que se sirva en estos actos será completamente vegetariana.
Asimismo, en los últimos tres años el gobierno local ha incrementado notablemente el número de árboles plantados en la ciudad, aproximadamente 2.200 que forman parte de los nuevos microbosques.
Gómez destacó en este sentido el ejemplo de ciudades como Pontevedra, y se mostró orgulloso del apoyo generalizado de sus conciudadanos a estas políticas ecologistas.
MÁS FACILIDADES PARA LAS MUJERES AFGANAS
Los derechos humanos, de los que la ciudad helvética es capital internacional, serán el otro pilar de su mandato.
Gómez consideró que Ginebra ha sido desde siempre una “ciudad de acogida” de personas de diferentes nacionalidades, religiones y etnias.
En este sentido, su primera propuesta ha sido un llamamiento al Consejo Federal (el Ejecutivo suizo) para que flexibilice las condiciones de entrada de las mujeres afganas en Suiza y las condiciones que éstas necesitan para poder gozar de asilo en el país.
“Nos encontramos en una situación completamente absurda, con un régimen que atenta contra la humanidad”, lamentó el alcalde, que pidió las mismas condiciones para las mujeres provenientes de Afganistán que para los refugiados ucranianos en la ciudad.
Cuatro de cada diez habitantes de Ginebra son extranjeros, lo que Gómez considera muy positivo.
“Las políticas de integración de esta ciudad son un ejemplo porque la población extranjera, ya desde el siglo XIX, contribuyó a la riqueza intelectual, económica y social de Ginebra”, concluyó. EFE
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