
Tensión en la Liga de Salvini por su declive electoral y las críticas de su fundador
Roma, 11 jun (EFE).- El partido ultraderechista italiano Liga vive tensiones internas tras las críticas de su histórico fundador, Umberto Bossi, a su actual líder, Matteo Salvini, y la pérdida de poder en las últimas citas electorales, también en sus feudos históricos.
En las elecciones locales del pasado fin de semana, celebradas de forma paralela a las del Parlamento Europeo, la Liga ha perdido por primera vez en 20 años el ayuntamiento de Pontida (norte de Italia), símbolo de la formación y donde organiza su encuentro anual.
La Liga Norte fue fundada en 1991 por Umberto Bosi para buscar la independencia del norte italiano, que bautizó como Padania, la zona entre el río Po y los Alpes, pero esta intención cambió cuando Salvini tomó sus riendas en 2013 para convertirla en una fuerza ultranacionalista con aspiraciones nacionales.
La impulsó hasta llegar en las elecciones de 2018 al 17 % de los votos -como tercer partido-, gracias a un discurso contra la inmigración y euroescéptico, y consiguiendo entrar en el Gobierno en coalición con el populista Movimiento Cinco Estrellas.
Actualmente, la Liga forma parte de la coalición tripartita que gobierna el país desde octubre de 2022 con los ultraderechistas Hermanos de Italia (HdI) de la primera ministra, Giorgia Meloni, y la conservadora Forza Italia (FI) de Antonio Tajani.
Sin embargo, Salvini, protagonista indiscutible de la derecha italiana en los últimos tiempos, vive ahora un viacrucis electoral y en los últimos comicios europeos se ha visto relegado a quinta formación nacional.
Su estrategia ha sido criticada por Bossi, de 82 años, que en la campaña electoral anunció su decisión de no votar a su partido y apoyar a FI, en un ataque directo a Salvini.
Tras conocer los resultados electorales, el líder de la Liga lamentó las críticas del fundador, alegando que «no falta el respeto del secretario sino a toda una comunidad», y avanzó su intención de consultar a la militancia algún tipo de sanción disciplinaria.
El presidente de la región de Lombardía (norte), Attilio Fontana, salió este martes en su defensa y avisó que «Bossi no se toca».
Asimismo el portavoz de la Liga en el Senado, Massimiliano Romeo, otro referente del partido, consideró que «el hecho de que FI haya ‘sorpasado’ a la Liga conduce indudablemente a una reflexión».
Otros miembros de la formación han visto con recelo la decisión de Salvini de presentar como cabeza de lista en las europeas al general Roberto Vannacci, expedientado por el Ejército por sus opiniones homófobas y racistas (ha obtenido medio millón de votos él solo).
Además, la Liga «ultranacionalista» está perdiendo poder en el industrializado norte italiano, su bastión de siempre, aunque gana ligeramente en el menos próspero sur, según un informe del Instituto Cattaneo.
Salvini ya ha confirmado que antes del próximo otoño la Liga celebrará un Congreso federal para limar todas estas cuestiones y medir su liderazgo: «Si alguien no tiene ganas o no tiene tiempo, el mundo es muy grande», declaró. EFE
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