
Trump traslada a la Casa Blanca las negociaciones entre Serbia y Kosovo

Estados Unidos espera impulsar un avance en las conversaciones entre los enemigos de la guerra de los Balcanes, Kosovo y Serbia, durante las reuniones que los líderes de ambos países celebrarán en la Casa Blanca el jueves y viernes.
Más de dos décadas después de su sangriento conflicto étnico, Serbia se niega a reconocer la independencia declarada por su antigua provincia, Kosovo, en 2008.
Funcionarios estadounidenses creen que reunir al primer ministro de Kosovo, Avdullah Hoti, y al presidente serbio, Aleksandar Vucic, para debatir sobre cooperación económica podría mejorar la relación bilateral.
«Estamos un poco estancados en las discusiones políticas y seguimos martilleando los mismos temas una y otra vez sin muchos avances», dijo sobre el tema un asesor del presidente estadounidense, Donald Trump.
«Creemos que concentrándonos en el lado del desarrollo económico avanzaríamos», dijo a periodistas el asesor, que prefirió no revelar su nombre.
Pero a dos meses de las elecciones presidenciales de Estados Unidos y sin ningún acuerdo a la vista, existe la sensación de que las conversaciones están montadas para mostrar a Trump como un maestro de la diplomacia.
Mientras Bruselas ha liderado durante cerca de una década las negociaciones entre los dos bandos, Washington busca desde hace poco un papel protagónico en la mediación del conflicto con la designación de Richard Grenell como enviado especial de Trump.
Y si bien Grenell ha sido acusado de entorpecer el papel de la UE en busca de un acuerdo entre Belgrado y Pristina, ha conseguido reunir a las dos partes.
– Inversión y empleo –
La reunión estaba prevista para junio, pero fue interrumpida después de que fiscales especiales del tribunal La Haya acusaran al presidente de Kosovo, Hashim Thaci, de crímenes de guerra durante el conflicto de la década de 1990.
Ambas partes acordaron el mes pasado postergar el encuentro, centrado en los problemas económicos.
Hoti dijo que se iban a discutir «proyectos importantes que cambiarán la perspectiva económica de Kosovo y la región».
El asesor de Trump afirmó que el papel de Estados Unidos ha sido evitar los temas políticos para centrarse en los problemas de los empresarios, ávidos por aumentar el comercio.
«Las empresas están frustradas», dijo el asesor. Las comunidades políticas de ambos lados «en gran medida no han logrado avanzar».
Washington quiere ver si aumentando la inversión y la creación de empleo «la dinámica de la situación podría cambiar de alguna manera».
El asesor citó acuerdos recientes sobre la apertura de enlaces por carretera, tren y aire, aunque este último aún no ha conseguido que se abra un vuelo directo entre Belgrado y Pristina.
«El jueves… vamos a promover esos tres acuerdos, y luego agregaremos una serie de temas a las discusiones que crearían comercio, desarrollo económico y empleos», dijo el asesor.
– Heridas del conflicto –
Un acuerdo entre ambos países podría ayudar a empezar a cerrar las heridas de la guerra de Serbia contra Kosovo (1998-99), en la que más de 13.000 personas murieron, principalmente albaneses de Kosovo.
La guerra terminó después de que la OTAN atacara a las tropas serbias, obligándolas a retirarse. Rebeldes kosovares también fueron acusados de represalias contra serbios y compañeros albaneses durante y después del conflicto.
Dejar atrás este pasado con un acuerdo sobre cuestiones económicas aparentemente menores no parece fácil.
Antes de la reunión, Kosovo dijo que el objetivo era finalizar los tres pactos de transporte.
Pero más allá de acuerdos económicos, para Hoti el propósito final es el reconocimiento recíproco. «De lo contrario, no habrá normalización de las relaciones», advirtió el primer ministro kosovar.
Una declaración de intenciones que fue contestada por el presidente serbio: «Aceptamos el debate, pero nunca aceptaremos el chantaje».
– ¿Espectáculo político? –
A algunos les preocupa que, si realmente el objetivo de la cumbre es impulsar la candidatura de Trump, Washington pierda interés rápidamente si no hay avances.
«El objetivo de Grenell es forjar una especie de victoria rápida en cuestiones económicas que pueda presentar como un éxito de política exterior para la administración Trump», dijo un exdiplomático estadounidense.
La mejor opción para avanzar en la solución del conflicto es si Estados Unidos y Europa trabajan codo a codo con una agenda común. «En este caso, no vemos ni una cosa ni la otra», agregó.
Para Damir Marusic, miembro del Atlantic Council, Europa debería apoyar los posibles acuerdos que surjan de este encuentro.
«Sería una pena dejar pasar las oportunidades debido a los resentimientos», dijo Marusic. «Una victoria menor podría ser posible y podría ser significativa».