Un artista luso transforma la tumba de Salazar en una caja de «probiótico antifascista»
Lisboa, 23 abr (EFE).- El artista portugués Bordalo II colocó este martes sobre la tumba del dictador António de Oliveira Salazar una caja de medicamentos gigante bautizada con el nombre «libertad» y que contiene un «probiótico antifascista», dos días antes de que se cumpla el 50 aniversario de la Revolución de los Claveles. «Su dosis diaria de democracia», puede leerse en la gran caja de cartón, de color blanco y rojo y con una ilustración de un clavel, según las fotografías y vídeos que publicó en su perfil de Instagram el propio Bordalo II, conocido por la crítica y denuncia de sus obras artísticas. El artista colocó la caja sobre la tumba de Salazar en el cementerio de su aldea natal, Vimieiro (centro), y defendió que «también el arte debe ser libre, debe poder cuestionar, provocar y dar un punto de partida para la reflexión», escribió en su red social. «Por algún motivo, los que tienen ambiciones tiránicas y antidemocráticas comienzan exactamente por atacar la libertad, este concepto complejo que atraviesa varios campos de nuestra vida y sin el cual no tendremos una sociedad justa. La libertad es fundamental para cada uno de nosotros y para el bienestar de todos», señaló. Bordalo II avisó de que no se puede «tomar la libertad como un bien adquirido», sino que hay que «defenderla y ejercitarla todos los días», y el 25 de Abril, cuando se conmemora la revolución, sirve para recordarlo. «25 de Abril SIEMPRE, fascismo nunca más», denunció. Portugal conmemora este jueves los 50 años de la Revolución de los Claveles que acabó con la dictadura que sufrió el país entre 1926 y 1974. La figura más importante de ese régimen fue Salazar, que gobernó entre 1932 y 1968, hasta que un accidente lo dejó incapacitado y fue sustituido en la Presidencia del Consejo de Ministros. Murió en 1970, casi cuatro años antes del fin del régimen, y fue sepultado en Vimieiro junto a sus padres. Bordalo II es conocido por su arte crítico y, entre sus obras de denuncia más conocidas está una alfombra de billetes gigantes de 500 euros que colocó sobre el escenario central de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Lisboa días antes de la llegada del papa Francisco. EFE pfm/vh