Un ataque con drones contra una presa hidroeléctrica provoca apagones en el norte de Sudán

Jartum, 13 ene (EFE).- Un ataque con drones del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) contra una importante presa hidroeléctrica en el norte de Sudán provocó este lunes cortes de electricidad en varias zonas del país, azotado por una guerra entre los insurgentes y el Ejército regular desde abril de 2023.

Las Fuerzas Armadas sudanesas denunciaron en un comunicado que los paramilitares lanzaron un ataque con aviones no tripulados «suicidas» contra la presa de Merowe «en continuación de su campaña sistemática para destruir sitios militares, instalaciones vitales y proyectos de desarrollo en el país».

De acuerdo con la nota, los uniformados hicieron frente al ataque, aunque reconoció que algunas partes de la presa sufrieron daños y que serán reparadas, sin aportar más detalles.

La presa hidroeléctrica de Merowe, ubicada en el río Nilo, se encuentra a unos 350 kilómetros al norte de Jartum y alimenta las centrales del norte y el este del país como Port Sudán, la sede del Gobierno controlado por los militares desde que las FAR tomaron la capital al inicio del conflicto.

Medios locales informaron de que a lo largo del día se produjeron apagones eléctricos en diversas zonas septentrionales del país, pero también en zonas cercanas a Jartum como la vecina localidad de Omdurmán.

Las FAR, que cuentan con un importante arsenal de drones, han lanzado decenas de ataques contra posiciones del país y contra Merowe en particular, donde también se encuentra una importante base áerea del Ejército.

Esto se produce en un momento en el que las Fuerzas Armadas han logrado hacerse con el control de Wad Madani, una estratégica localidad del centro de Sudán, y continúan con su avance desde el norte de Jartum para capturar la capital.

La guerra en Sudán ha provocado decenas de miles de muertos y ha obligado a más de 14 millones a huir de sus hogares, lo que ha convertido al país en el escenario de la peor crisis de desplazados del planeta, según Naciones Unidas. EFE

az-cgs/rsm/jam