Un hallazgo en un retrato del XVII en Ámsterdam destapa el tatuaje europeo más antiguo
Imane Rachidi
La Haya, 24 nov (EFE).- Un retrato colectivo del siglo XVII del pintor flamenco Wallerant Vaillant revela un tatuaje en la muñeca de uno de los funcionarios representados, un hallazgo que, según el Museo de Ámsterdam, convierte la obra en la imagen más antigua conocida de un tatuaje en la pintura de Europa Occidental, una práctica tabú entre los ciudadanos acomodados de la época.
El descubrimiento, hecho público este lunes, se produjo cuando el lienzo ‘Los altos comisarios de los muelles (1674’), de tres por dos metros, regresó hace poco al Museo de Ámsterdam de vuelta desde una exposición. El cuadro es un retrato de grupo que representa a los responsables de los puertos interiores de Ámsterdam reunidos en torno a una mesa.
Como es habitual, la restauradora Liesbeth Abraham inspeccionó el estado de la obra y, al observarla de cerca, detectó “algo que nadie había visto en tres siglos”: la manga levantada de uno de ellos deja ver una figura tatuada en la muñeca.
“Había que mirar el cuadro desde muy cerca; y había estaba colgado muy alto o pasó muchos años en depósito. Mis colegas no se dieron cuenta, y yo tampoco lo había visto nunca. Es realmente extraordinario: nunca habíamos encontrado nada comparable”, explica a EFE Judith van Gent, jefa de colecciones y especialista en pintura del siglo XVII del museo.
El funcionario tatuado ha sido identificado como Wessel Smits, un comerciante adinerado nacido en 1618 o 1619, y el detalle del tatuaje, una estrella con cola o un cometa, coincide con un fenómeno astronómico registrado en Europa Occidental en 1618, justo en el periodo en el que nació Smits.
Van Gent cree que esta coincidencia no es casual: Smits creció en un entorno intelectual vinculado a científicos y escritores, y pudo interpretar el cometa como un signo personal. “Probablemente le dijeron desde niño que había nacido bajo un astro especial, y para él debía de tener un significado profundo, tanto como para querer incluirlo en su retrato”, señala.
El museo afirma que el tatuaje está en la capa original, lo que descarta la posibilidad de una adición posterior, pero la presencia del dibujo plantea interrogantes que aún no tienen respuesta. “Es un retrato oficial de cuatro altos funcionarios protestantes, y la Biblia prohíbe explícitamente grabar marcas en el cuerpo. Que lo muestre en el centro del cuadro es algo que todavía no entendemos”, apunta Van Gent.
No existen fuentes visuales o escritas en el Ámsterdam del siglo XVII que describan o representen tatuajes, algo que entre los ciudadanos de entonces era algo rechazado y se asociaba a marineros, criminales o forasteros.
Tampoco se sabe dónde ni cuándo se tatuó Smits. El tatuador neerlandés Henk Schiffmacher, también consultado por el museo, visitó el almacén de la pinacoteca para examinar la obra y coincidió en que se trata de un hallazgo excepcional. Asegura que nunca había visto un ejemplo tan temprano en Países Bajos y habla de un “descubrimiento mundial”.
Schiffmacher conocía ejemplos de retratos franceses y alemanes con tatuajes asociados a peregrinaciones a Tierra Santa, pero todos ellos eran católicos, no protestantes.
Además, en aquella época las “estrellas con cola” se consideraban presagios de guerra y epidemias, pero Smits parecía orgulloso de haber nacido bajo ese astro, señala el museo.
Tampoco hay registros de tatuadores activos en Ámsterdam en el siglo XVII, lo que deja abierta la posibilidad de que Smits se hiciera el dibujo durante algún viaje marítimo o comercial, por eso la investigación continúa.
El retrato en cuestión podrá verse del 25 de noviembre al 1 de marzo en la Casa Willet-Holthuysen, en Ámsterdam, acompañado de piezas de la colección de Schiffmacher, quien ha colaborado en el análisis del descubrimiento. EFE
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