
Un progenitor puede tener el derecho a residir donde esté su hijo menor, según abogado UE
Bruselas, 4 sep (EFE).- Una abogada general de la Unión Europea (UE) consideró este jueves que el derecho europeo permite a un padre o madre a vivir en el país donde resida su hijo menor incluso cuando la reunificación entre ambos pueda producirse en otro país europeo.
La abogada general que se pronunció sobre este caso, Tamara Ćapeta -cuyas conclusiones no son vinculantes pero orientan la futura sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea-, revisaba la situación de un menor residente y ciudadano de los Países Bajos con una madre de un tercer estado con permiso de residencia en España.
La progenitora, quien inicialmente llevó el caso ante el Tribunal de Distrito de La Haya, es titular de un permiso de residencia válido en España, donde vivió durante 15 años. La familia ha residido en los Países Bajos desde 2014 pero, a diferencia del menor y del cónyuge, la madre no posee un permiso de residencia para ese Estado miembro.
En 2020, las autoridades neerlandesas se negaron a expedir dicho certificado y le ordenaron que regresara inmediatamente a España, al considerar que el menor no estaría obligado a abandonar el territorio de la Unión en su conjunto, sino que podría reunirse con su madre en otro Estado miembro.
No obstante, la abogada general considera que «la condición de ciudadano de la Unión de un menor dependiente puede dar lugar a un derecho de residencia derivado para el progenitor nacional de un tercer país», señaló el TJUE en un comunicado.
«Esto es así incluso si el menor ciudadano de la UE no se viera obligado a abandonar el territorio de la Unión en su conjunto, sino solo el territorio de su propio Estado», apunta.
Según la abogada, si un niño ciudadano de la UE se viera obligado a abandonar el territorio de su país para acompañar a su progenitor ciudadano de un tercer país, los tratados «conceden a ese progenitor un derecho de residencia derivado en el Estado de la nacionalidad del niño, a fin de proteger el derecho de éste a no trasladarse».
Por tanto, cree que, antes de decidir si expulsar a un progenitor nacional de un tercer país, las autoridades deben verificar si la dependencia entre el menor y su progenitor es tal que el menor se vería obligado a acompañarle y teniendo en cuenta «el interés superior del menor y el derecho a la vida familiar», ambos protegidos por la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. EFE
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