Unas 340 librerías cerraron en Rusia en los últimos años por la venta online y la censura
Moscú, 20 nov (EFE).- Unas 340 librerías han cerrado en Rusia en los últimos dos años debido al comercio online, pero también a causa de la represión política, que ha llevado a constantes inspecciones de establecimientos y multas por no respetar las nuevas leyes de censura, informaron este jueves medios rusos.
Entre 2024 y 2025 cerraron 338 en las ciudades rusas con población a 100.000 habitantes, lo que significa una caída del 11,3 %, llegando a los 2.247 establecimientos en todo el país, señala la Asociación de Distribuidores de Libros a quien cita el diario Védomosti.
A su vez, se abrieron 135 comercios de este tipo durante el mismo período, según datos del Servicio Antomonopolio de Rusia, país que presumía antaño de ser el que más leía en el mundo.
Moscú registró el mayor número de cierres (51) y ahora cuenta con 185 librerías, ocupando el penúltimo lugar entre las 16 ciudades con más de un millón de habitantes en cuanto a densidad de librerías.
La capital tiene una librería por cada 71.753 habitantes; Volgogrado 72.306 y Kazán, que ocupa el primer lugar, 25.091 por cada comercio.
La significativa disminución del número de librerías en Moscú se debe en gran medida a causa del cierre de la cadena Knizhny Labirint (Laberinto de Libros), con 32 negocios en la ciudad.
Una representante de la librería moscovita Biblio-Globus a quien cita el medio ruso defiende que la principal dificultad que tienen estos comercios especializados es la competencia con los mercados online, pues éstos se han convertido en el principal canal de distribución de libros impresos en los últimos años.
Entre enero y agosto de 2025 el 57,8 % de las ventas (65.900 millones de rublos o 818,47 millones de dólares) se realizaron a través de grandes cadenas de comercio en línea, mientras que las librerías físicas y cadenas especializadas nacionales vendieron tan solo el 27 % (30.700 millones de rublos, 381,3 millones de dólares).
Sin embargo, especialmente las librerías independientes, han sufrido una creciente presión por parte de las autoridades rusas, quienes realizan constantes inspecciones y registros debido a las nueves leyes de censura, señala la plataforma independiente Meduza.
Ante la amenaza de multas o procesos judiciales, las librerías deben retirar de la venta al público un catálogo de libros considerados ‘indeseables’ por «propaganda de relaciones sexuales no tradicionales y reasignación de género», además de marcar debidamente los libros con contenido de agentes extranjeros, quienes tienen prohibida la actividad política, educativa y divulgativa.
En agosto, según pudo constatar EFE, en la cadena de librerías BiblioGlobus se ofrecieron rebajas de hasta el 50 % en los títulos en inglés de autores declarados ‘agentes extranjeros’.
A lo largo de este año las autoridades rusas ya han lanzado varias campañas contra librerías por vender obras de «contenido extremista o indeseable», imponiendo multas, declarando ‘agentes extranjeros’ e incluso deteniendo a los empleados de estas tiendas.EFE
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