«No hemos podido dormir desde entonces», dice el padre de un alumno secuestrado en Nigeria
Yinus Buhari
Lagos, 25 nov (EFE).- Las fuerzas de seguridad intensifican la búsqueda de los más de 250 estudiantes y los 12 profesores que fueron secuestrados por hombres armados el pasado viernes en una escuela católica del norte de Nigeria, después de que 50 alumnos lograran escapar y mientras sus familias esperan con angustia y rezan por su retorno.
«No hemos podido dormir desde que el incidente ocurrió. Ningún padre debería pasar por esto, es devastador. Solo esperamos y rezamos para que nuestro hijo y todos estén a salvo y sean devueltos pronto», dijo a EFE este martes Audu Ekekiel, padre de uno de los estudiantes que permanecen en paradero desconocido.
«Necesitamos un respiro de todo esto», añadió.
También declaró su preocupación a EFE el propietario del centro atacado, la Escuela Católica de Secundaria St. Mary’s, y presidente en el estado de Níger de la Asociación Cristiana de Nigeria (CAN, por sus siglas en inglés), el obispo Bulus Dauwa Yohanna.
«Estamos profundamente preocupados y rezamos y esperamos que nuestros alumnos y profesores regresen pronto con nosotros, sanos y salvos», declaró el obispo, al pedir que las fuerzas de seguridad «actúen con rapidez».
Tras el secuestro de 303 alumnos el pasado viernes, junto con doce maestros, Yohanna celebró en un comunicado el domingo que cincuenta estudiantes habían logrado escapar de sus captores y reunirse con sus padres.
El portavoz de la Policía en Níger, Wasiu Abiodun, declaró a EFE este martes que están trabajando con otras agencias de seguridad para garantizar el retorno de las víctimas.
«Estamos intensificando la búsqueda de los estudiantes y profesores. Sin duda, los recuperaremos», afirmó.
Este caso ha conmocionado a Nigeria y a la comunidad internacional y ha despertado la memoria del secuestro en 2014 por parte del grupo yihadista Boko Haram de 276 niñas en una escuela de la aldea de Chibok, en el noroeste del país, de las cuales unas noventa siguen desaparecidas.
El reverendo Joseph Hayab, presidente de la CAN en todos los estados norteños del país, rechazó los crecientes ataques contra centros educativos y lugares de culto y los tildó de «abominables».
«No debería ser un crimen ir a la escuela. ¿Por qué nuestros hijos deberían ir a escuela y ser secuestrados? Es hora de que el Gobierno actúe», dijo a EFE.
«Debemos abordar el tema con decisión. Debemos rescatar rápidamente a todos los estudiantes y profesores secuestrados y poner fin a esta locura», añadió.
En un comunicado, Human Rigths Watch (HRW) urgió este martes a las autoridades nigerianas a actuar «con urgencia» para garantizar la liberación segura de todos los estudiantes y profesores secuestrados en ataques recientes.
Pocos días antes de los hechos ocurridos en la escuela St. Mary’s, 25 niñas fueron secuestradas por hombres armados no identificados el pasado 18 de noviembre en una escuela secundaria femenina del estado de Kebbi (noroeste).
Frente a estos hechos, HRW lamentó que las autoridades hayan ordenado el cierre de 47 escuelas secundarias federales en el noroeste del país y que otros centros hayan restringido sus actividades, porque, aunque estas decisiones buscan proteger al alumnado, según la organización, interrumpen también el aprendizaje de miles de niños.
Algunos estados de Nigeria, sobre todo en el centro y noroeste del país, sufren ataques constantes por parte de bandidos, término usado para nombrar a bandas criminales que cometen asaltos y secuestros masivos para pedir rescates, que las autoridades califican en ocasiones de «terroristas». EFE
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