ABN Amro recorta 5.200 empleos hasta 2028 para reforzar su posición en el mercado europeo
La Haya, 25 nov (EFE).– El banco neerlandés ABN Amro llevará a cabo el mayor recorte de plantilla desde la crisis financiera, con una reducción de 5.200 puestos de trabajo hasta 2028, como parte de una reestructuración destinada a mejorar la rentabilidad y reforzar su posición en el mercado europeo, según una “nueva estrategia” presentada este martes por la entidad.
El banco, que suma unos 27.500 empleados tras sus adquisiciones recientes, prevé quedarse en torno a 22.300 trabajadores a finales de 2028, aunque la mitad de la reducción se producirá por rotación natural, según la dirección, que explicó que habrá un “plan social sólido” para los afectados.
La consejera delegada de ABN Amro, Marguerite Bérard, defendió el nuevo plan como “una estrategia ambiciosa” de la entidad. “Con raíces sólidas y un fuerte legado neerlandés, nuestro enfoque está en un crecimiento sostenible y rentable en el noroeste de Europa”, afirmó.
La estrategia se resume en tres objetivos: acelerar el crecimiento, reducir gastos y reasignar capital. El banco fija para 2028 una rentabilidad sobre recursos propios de al menos el 12 %, una ratio de costes por debajo del 55 % y unos ingresos superiores a los 10.000 millones de euros.
ABN Amro subraya que impulsará su negocio minorista aprovechando la digitalización y el crecimiento de marcas como Tikkie y BUUT, y reforzará su negocio hipotecario y de ahorro con la compra prevista de NIBC.
Además, tras la adquisición del gestor alemán Hauck Aufhäuser Lampe, el área de banca privada busca situarse entre las cinco primeras de Europa.
Al mismo tiempo, el banco simplificará su estructura, eliminará sistemas tecnológicos heredados, e integrará inteligencia artificial en procesos operativos para reducir costes y ganar eficiencia.
La reestructuración se produce en un contexto de crecientes movimientos en la banca neerlandesa, centrada en mejorar rentabilidades. En las últimas semanas ASN Bank anunció que recortará un 25 % de su plantilla, mientras que ING comunicó posibles salidas de hasta 950 trabajadores en 2024 y 2025.
Por su parte, ABN Amro también confirmó este martes la venta de su filial de préstamos personales Alfam a Rabobank, aunque seguirá ofreciendo estos productos mediante acuerdos con terceros. La operación está pendiente de aprobación regulatoria y se espera que se cierre en el tercer trimestre de 2026.
Con la retirada progresiva del Estado neerlandés como accionista -el Gobierno sigue reduciendo su participación, situada ya hacia el 20 %-, la entidad busca mejorar su valoración en bolsa y mostrar, según Bérard, que es “un banco muy fuerte” y que “seguirá siendo independiente”. EFE
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