Asamblea Nacional francesa rechaza casi por unanimidad el proyecto de ley de presupuestos
París, 22 nov (EFE).- La Asamblea Nacional rechazó el proyecto de ley de presupuestos del Estado para 2026 por casi unanimidad este sábado, algo inédito en la V República, y ahora el texto pasa al Senado con la fecha del 23 de diciembre como tope para que salga adelante, aunque no se descarta que el gobierno de Sébastien Lecornu finalmente tenga que aplicar una ley especial para aprobarlos.
A pesar de su fragmentación, la Asamblea Nacional rechazó en la madrugada de este sábado de forma aplastante la primera parte del proyecto de ley de presupuestos para 2026, relativa a los ingresos. Solo hubo un voto a favor de un diputado centrista, frente a 404 en contra y 84 abstenciones.
Toda la izquierda, la derecha y la extrema derecha rechazaron el texto, mientras que se abstuvieron el partido centrista MoDem y la mayoría de los miembros de Renacimiento del presidente francés, Emmanuel Macron.
Por esa razón, la Asamblea Nacional no examinará la segunda parte del presupuesto, que trata sobre los gastos.
Ningún grupo estaba dispuesto a apoyar públicamente un presupuesto que, a medida que avanzaban los debates, se volvía cada vez más «Frankenstein», como lo bautizaron sus detractores.
El texto final «desagradaba a todos», explicó el presidente de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Éric Coquerel, miembro de la izquierda radical de La Francia Insumisa, ya que acumulaba demasiados impuestos para los partidos que componen el gobierno y la extrema derecha, pero pocos a ojos de la izquierda.
El bloque gubernamental lo consideró una colección de «horrores votados conjuntamente por La Francia Insumisa y la Agrupación Nacional», resumió el diputado macronista Paul Midy.
Desde las filas del MoDem tampoco ocultaron su frustración y advirtieron que los franceses no entenderán que los diputados hayan proclamando victorias cada vez que lograban aprobar sus iniciativas para finalmente rechazar en bloque el texto final.
Con una visión más positiva, la ministra de Cuentas Públicas, Amélie de Montchalin, elogió el trabajo como «útil» tras «el debate presupuestario más largo de la Quinta República».
A partir de ahora, el proyecto de ley será examinado a partir del próximo jueves por el Senado antes de ser debatido en una comisión mixta, donde siete senadores y siete parlamentarios se encargarán de encontrar un acuerdo, algo que se antoja difícil. Por lo que se espera que haya una segunda lectura del texto en ambas cámaras.
Según los plazos constitucionales, el Parlamento en su conjunto debe haber completado su revisión del proyecto de presupuesto antes del 23 de diciembre para tener un presupuesto para finales de año.
En los últimos años, todos los presupuestos se han aprobado gracias al artículo 49.3 de la Constitución, que permite su adopción sin votación. Este año, el primer ministro se comprometió a no utilizarlo, aunque dispone de otras herramientas para evitar que Francia no disponga de un presupuesto para el 1 de enero de 2026.
El primero es el artículo 47, apartado 4, de la Constitución, que permite al gobierno implementar las disposiciones del proyecto de ley de presupuestos mediante decreto si el Parlamento no ha alcanzado una decisión en el plazo de setenta días, pero este procedimiento nunca se ha utilizado y su aplicación precisa es poco clara.
El gobierno también podría aprobar una «ley especial», una especie de prórroga del presupuesto de 2025 que le permitiría seguir recaudando impuestos antes de reanudar los debates parlamentarios a principios de año. Este es el escenario «más probable», declaró hoy Coquerel, a France 2.
Pero la víspera, Lecornu había descartado las dos vías con la esperanza de que aún salga adelante en el Parlamento. EFE
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