Auditores avisan de la escasa viabilidad económica del reciclaje de plástico de la UE
Bruselas, 26 nov (EFE).- La Unión Europea progresa de forma desigual en la gestión de los residuos municipales y sigue lejos de la circularidad plena que fijan sus propias normas medioambientales, según un informe del Tribunal de Cuentas Europeo publicado este jueves, que alerta también de la viabilidad económica del mercado de reciclaje del plástico.
«Los auditores constataron que el actual mercado del reciclado atraviesa dificultades, que la recogida selectiva de residuos se mantiene en un nivel muy bajo en algunos casos y que las tarifas de eliminación que se cobran a los ciudadanos no cubren necesariamente todos los costes de gestión de residuos», resumió el Tribunal.
Los técnicos comunitarios avisan de que muchos Estados miembros continúan dependiendo excesivamente de los vertederos y tienen dificultades para ampliar la reutilización y el reciclaje, pese a que los objetivos legales se han endurecido en los últimos años y la UE ha limitado progresivamente el apoyo público a infraestructuras consideradas insostenibles.
El Tribunal de Cuentas también pone en cuestión la viabilidad de la industria del reciclado, basándose en un análisis en profundidad de Grecia, Polonia, Portugal y Rumanía, cuatro países con avances especialmente lentos en materia de gestión de residuos.
En esos casos, la capacidad instalada para reciclar es insuficiente o está infrautilizada, y varias plantas enfrentan un serio riesgo de cierre.
«Sin instalaciones suficientes no se pueden alcanzar los objetivos, pero estas instalaciones son escasas en algunos Estados miembros o, en particular en el caso de los plásticos, están en riesgo de clausura debido al aumento de los costes, a la escasa demanda de su producción y a las importaciones de plásticos más baratos procedentes de fuera de la UE», señala el informe.
Según datos del sector, que reclama cuotas de plástico reciclado en la producción comunitaria, una tonelada de plástico PET virgen importada a la UE cuesta unos 800 euros, mientras que una tonelada de PET reciclado ronda los 1.600 euros, lo que complica que los recicladores europeos compitan en igualdad de condiciones.
Los auditores subrayan que es necesario «proporcionar argumentos comerciales a los recicladores», empezando por identificar y corregir los fallos tanto de la demanda como de la oferta que afectan al mercado europeo de productos circulares y materias primas secundarias.
También recomiendan estudiar la armonización de los impuestos al vertido y la incineración, hoy muy dispares entre países y que pueden provocar incluso traslados transfronterizos de residuos por motivos económicos.
«La circularidad es un factor clave para lograr los objetivos de desarrollo sostenible de la UE. Para ello, la UE debe crear las condiciones necesarias para que la industria del reciclado sea viable», declaró el responsable de la auditoría, Stef Blok, quien subrayó la importancia de que los incentivos fiscales funcionen como estímulo para separar y reducir los residuos. EFE
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