Austria incauta un cuadro de Klimt que salió de Hungría irregularmente para ser vendido
Viena/Budapest, 13 nov (EFE).- La Fiscalía austríaca ha ordenado la incautación de un retrato pintado por Gustav Klimt en 1897, valorado en 15 millones de euros, después de que las autoridades húngaras afirmaran que la obra salió del país de forma irregular para ser vendida, informan este jueves medios locales.
La incautación se ha realizado a petición de las autoridades húngaras, que el pasado junio presentaron una denuncia por supuesto uso indebido de bienes culturales protegidos, engaño a las autoridades y falsificación de documentos públicos.
La pieza es un retrato de Guillermo Nii Nortey Dowuona, un príncipe del pueblo Ga, en la actual Ghana.
Tras la muerte de Klimt, el cuadro fue subastado en 1923 y adquirido por la coleccionista austríaca judía Ernestine Klein, que tuvo que huir de Austria cuando los nazis se hicieron con el poder en 1938.
La familia envió la pieza a Hungría para que no fuera expoliada por los nazis y luego fue de nuevo vendida, según ha informado la radiotelevisión austríaca ORF.
Durante décadas quedó en paradero desconocido, hasta que en 2023 el Ministerio de Construcción y Transporte húngaro, competente para esas gestiones, recibió una solicitud para sacar el cuadro del país, pero en la que no se indicaba que era de Klimt sino de un autor desconocido.
Los propietarios del cuadro, que estaba en malas condiciones, lo presentaron ese año a la galería vienesa Wienerroither & Kohlbacher, que certificó que se trataba de una obra del maestro austríaco.
Según la agencia austríaca APA, los actuales propietarios y los herederos de Ernestine Klein han llegado a un acuerdo para permitir su venta.
Tras restaurarlo, la galería lo ofreció a la venta por 15 millones de euros en la feria de arte Tefaf, celebrada el pasado marzo en la ciudad de arte neerlandesa de Maastricht, aunque no se realizó ninguna operación.
El pasado junio el Gobierno de Hungría inició una investigación y planteó iniciar una negociación con sus propietarios para que el Estado húngaro adquiriera la pieza.
Paralelamente, presentó una denuncia ante la Policía de Budapest por sospecha de delito. EFE
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