
Avanza en Brasil un nuevo proyecto para aumentar las penas de los grupos criminales
São Paulo, 22 oct (EFE).- El Ministerio de Justicia presentó este miércoles para análisis del Gobierno nacional un proyecto de ley que crea el tipo penal de organización criminal calificada y endurece las penas para líderes e integrantes de los grupos criminales, hasta los 30 años de prisión.
El proyecto, titulado ´Antifacción´, fue presentado por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Ricardo Lewandowski, quien justificó la propuesta ante la creciente sofisticación de los grupos delictivos, afirmando que el Estado enfrenta el desafío de «estar más organizado que el crimen».
El proyecto, que actualiza la legislación vigente de 2013, deberá ser sometido a votación en el Congreso Nacional tras el visto bueno del Ejecutivo.
De aprobarse en todas las instancias, el proyecto instaurará el tipo penal de «organización criminal calificada», que implica un control de territorio o de actividades económicas a través del uso de la violencia, y los condenados por este delito enfrentarán penas que irán de ocho a quince años de prisión.
Con la posibilidad de duplicar la condena si se comprueba la participación de niños, adolescentes o funcionarios públicos en el esquema, el uso de armas de fuego prohibidas, entre otros agravantes.
En el caso de organización criminal simple, la pena subirá de tres a ocho años, como establece la legislación actual, hasta los cinco a diez años de prisión.
Y los homicidios por orden o beneficio de una organización criminal pasarán a ser tipificados como ´crimen hediondo´, es decir, no serán plausibles de indulto, fianza o amnistía.
El texto además prevé la creación de un banco nacional de datos para estandarizar las informaciones sobre las facciones criminales con el fin de nutrir las investigaciones y facilitar el rastreo de los grupos.
El Primeiro Comando da Capital (PCC) y el Comando Vermelho (CV), las dos organizaciones criminales más importantes del país, han sofisticado su accionar y han logrado expandir su dominio más allá del narcotráfico, transformándose en empresas criminales con tentáculos en los sectores económicos formales.
Operativos policiales del último año han investigado la presencia del PCC en el mercado de los combustibles, los transportes, moteles, e inclusive el mercado inmobiliario, entre otros ramos. EFE
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