Bolivia anuncia supresión de cuatro impuestos para fomentar retorno de inversión privada
La Paz, 25 nov (EFE).- El Gobierno de Rodrigo Paz anunció este martes la supresión de cuatro impuestos que, según las autoridades, desincentivaron la inversión privada en Bolivia y ocasionaron la salida de capitales nacionales e internacionales hacia otros países.
El presidente Paz y el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, hicieron el anuncio en una conferencia de prensa en La Paz en la que también informaron sobre otras medidas con las que el Gobierno busca «estabilizar» la economía boliviana, afectada por la falta de dólares y combustibles y la inflación elevada.
Los cuatro tributos que se abrogarán son el impuesto a las grandes fortunas, a las transacciones financieras (ITF), al juego y a las promociones empresariales, para lo cual se enviarán proyectos de ley al Parlamento nacional.
Paz señaló que esta medida apunta a dar «señales no solo nacionales», sino «internacionales» sobre la economía boliviana.
El mandatario mencionó que, por ejemplo, el impuesto a las grandes fortunas creado durante la gestión de Luis Arce (2020-2025) «ahuyentó más de 2.000 millones de dólares que se invertían en Bolivia» y que «se fueron a otros países como Paraguay».
Según el presidente, se busca quitar estos «impedimentos que no generaron ningún retorno económico para el país» y sacar al «Estado tranca» para que «estos recursos retornen» a Bolivia, «sean invertidos y sean parte de la dinámica de la economía nacional».
A su turno, Espinoza justificó que la decisión se tomó tras revisar «los ingresos y egresos del Gobierno nacional».
«Estos cuatro impuestos no representan más del 1 % de la recaudación fiscal. Sin embargo, han generado una serie de contradicciones y problemas en el ámbito de negocios», señaló el ministro.
Espinoza afirmó que el impuesto a las grandes fortunas supuso «una salida de capitales de Bolivia y un desincentivo muy fuerte a las inversiones extranjeras en el país», lo que también generó «más costos para el Estado».
Según el ministro, estos impuestos «ni siquiera alcanzan a cubrir el costo administrativo de su recaudación».
Además, se planteará también una «reforma estructural» del sistema impositivo nacional y de la Autoridad de Fiscalización del Juego (AJ), una entidad que, según Espinoza, se creó «para trancar la actividad del sector privado».
El ministro indicó que, «en teoría», la AJ debió recaudar el impuesto al juego, «pero lo único que ha hecho es desincentivar las promociones empresariales y (…) el desarrollo del sector privado».
El impuesto a las grandes fortunas, creado en diciembre de 2020, se aplica a quienes tienen patrimonios mayores a los 4,3 millones de dólares, con un carácter anual y confidencial y tributos variables con alícuotas de 1,4; 1,9 y 2,4 %, según el patrimonio.
El ITF fue creado en 2004, durante la Presidencia de Carlos Mesa (2003-2005) para bajar el déficit fiscal y debía aplicarse sólo por dos años, pero fue ampliado por los siguientes Gobiernos y continúa vigente.
Este impuesto grava las operaciones en moneda extranjera, con una alícuota que fue variando desde su creación y actualmente es de 0,30 %.
En su momento, el Gobierno de Evo Morales (2006-2019) justificó la ampliación del ITF para profundizar su política de «bolivianización» de la economía nacional, si bien luego el mismo expresidente y expertos sugirieron eliminarlo ante la falta de dólares que persiste en el país desde 2023.
El impuesto al juego se creó en el Gobierno de Morales y establece una alícuota del 30 % para juegos de azar y sorteos y de 10 % para las promociones empresariales. EFE
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