Carteles convierten vapeadores y tabaco ilícito en su motor financiero en México
Ciudad de México, 25 nov (EFE).- El mercado ilícito de vapeadores y tabaco en México se ha convertido en una de las fuentes de financiamiento más dinámicas del crimen organizado, por lo que actualmente siete carteles se disputan este mercado en el país, alertó un informe elaborado por organizaciones civiles y un periodista mexicano.
En el documento ‘Humo, vapeo y poder: el nuevo negocio del crimen organizado’ especialistas aseguraron que las economías de vapeadores prohibidos y la del tabaco ilegal experimentan actualmente una “expansión acelerada” que ya sostiene operaciones de al menos siete cárteles, algunos de ellos recientemente catalogados como organizaciones terroristas por Estados Unidos.
El informe documenta que al menos siete organizaciones -CJNG, Cartel de Sinaloa, Nueva Familia Michoacana, Cartel del Golfo, Cartel del Noreste, Carteles Unidos y La Unión Tepito- han convertido el tabaco y los vapeadores ilícitos en una “caja chica” estratégica.
“Este mercado financia armas, logística criminal y enfrentamientos en al menos 16 estados de alto riesgo”, advirtió el periodista Óscar Balderas.
El informe, elaborado por las organizaciones Defensorxs, México Evalúa, el Colegio de México, Causa Común y Balderas, evidencia que la ausencia de regulación efectiva y la prohibición de vapeadores han creado un vacío que diversas organizaciones criminales ocuparon de inmediato.
Los especialistas subrayaron que la falta de trazabilidad y la prohibición vigente generaron un mercado dominado por carteles que importan dispositivos de forma clandestina, principalmente desde Asia, los reempaquetan, comercializan por vía digital y los distribuyen mediante redes que incluyen a menores en escuelas y mercados callejeros.
Defensorxs identificó efectos colaterales particularmente graves: extorsión policial favorecida por la ambigüedad legal; reclutamiento de menores como vendedores; lavado de dinero mediante empresas fachada; y venta digital difícil de rastrear.
En este negocio, facciones del Cartel de Sinaloa vinculadas a los Chapitos han establecido un control significativo, mientras La Unión Tepito ha fortalecido vínculos con proveedores asiáticos para dominar la oferta en la capital del país, según el informe.
El Cartel del Noreste también encontró en los vapeadores una vía de financiamiento, al igual que el Cartel del Golfo, que según el reporte ha reemplazado el tráfico de fentanilo por el de vapeadores y tabaco para mantener activas sus rutas hacia Texas.
Tabaco ilícito: contrabando y diversificación
El tabaco ilegal representa ya dos de cada diez cigarros consumidos en México y mueve entre 15.000 y 20.000 millones de pesos (816 y 1.088 millones de dólares) al año.
Este mercado opera con redes completas de fabricación pirata, bodegas clandestinas, robo de carga, distribución y venta minorista, según el informe.
El documento puntualiza que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) produce tabaco en fábricas clandestinas en Estado de México, Morelos y Jalisco, mientras explora cultivos transgénicos para asegurar su abastecimiento.
Mientras que la Nueva Familia Michoacana utiliza el tabaco ilícito para reforzar control social en Tierra Caliente (Michoacán, Guerrero y Estado de México) y Cárteles Unidos, el Cártel del Golfo y el Cártel del Noreste lo emplean para financiar operaciones.
La mezcla de mercancía legal e ilegal en el transporte ha contaminado cadenas completas sin que las empresas lo detecten, explicaron los especialistas.
Los especialistas coincidieron en que México necesita regulación clara, trazabilidad estricta, supervisión en aduanas y una estrategia frontal contra redes criminales para impedir que estos mercados continúen fortaleciendo al crimen organizado. EFE
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