Claves de la enmienda que otorga amplios poderes al jefe del Ejército de Pakistán
Islamabad, 13 nov (EFE).- La enmienda constitucional aprobada este jueves por el presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, que introduce cambios sustantivos en el sistema judicial del país y otorga amplios poderes al jefe de su Ejército, el mariscal de campo Asim Munir, ha suscitado la oposición de parte de la política paquistaní y provocado la dimisión de dos jueces del Tribunal Supremo.
Estas son las claves de la enmienda que Pakistán afronta en un escenario de tensiones regionales tanto con Afganistán en el oeste como con la India en su flanco oriental.
La 27ª enmienda constitucional de Pakistán
La enmienda constitucional sancionada por el presidente es la 27ª presentada en la historia de Pakistán para la Constitución del país, de 1973.
La cuestionada enmienda fue presentada el pasado sábado por el ministro de Justicia paquistaní, Azam Nazeer Tarar, al mismo tiempo que esta fue aprobada por el Gabinete que lidera el primer ministro, Shehbaz Sharif.
En este caso, plantea una revisión de 59 artículos de la Constitución
Todo el poder para Munir
La enmienda otorga amplios poderes para el jefe del Ejército, que pasará a ocupar el nuevo cargo de jefe de las Fuerzas de Defensa, con autoridad sobre los ejércitos terrestre, aéreo y naval.
Desde la partición del subcontinente indio en 1947, el Ejército ha gozado de un rol central en Pakistán, pero la figura de Munir ha adquirido especial preeminencia desde el conflicto con la India del pasado mayo.
El jefe del Ejército lideró el contraataque de Islamabad sobre Nueva Delhi, lo que sirvió para que el Gobierno de Sharif le ascendiese al escalafón más alto de las Fuerzas Armadas, el de mariscal de campo, un rango que hasta ahora sólo había tenido el general Ayub Khan durante la dictadura militar que lideró entre 1958 y 1969.
La nueva enmienda blinda a Munir, otorgándole inmunidad legal de por vida y estableciendo un sistema en el que el mariscal de campo tan sólo podrá ser destituido tras un juicio político que cuente con la aprobación de dos tercios del Parlamento.
Un nuevo Tribunal Constitucional Federal
En el plano del sistema judicial, la enmienda introduce cambios en el sistema judicial, reduciendo al Tribunal Supremo a uno de última instancia únicamente en materia civil y penal.
La enmienda crea un nuevo Tribunal Constitucional Federal que se encargará de tratar asuntos constitucionales, despojando al Supremo de su papel como garante constitucional, por lo que no podrá actuar de oficio en asuntos de interés público o violaciones de derechos solicitadas por una parte.
El mandato de los jueces del Supremo estará limitado a tres años y el presidente paquistaní tendrá la facultad de trasladar a magistrados de tribunales a propuesta de la Comisión Judicial de Pakistán, el organismo encargado de recomendar los nombramientos de jueces y de velar por su rendición de cuentas, sin el consentimiento del juez en cuestión.
Oposición de los jueces y del partido de Khan
La enmienda ha contado con la oposición inicial de la alianza multipartidista Tehreek-e-Tahaffuz-e-Ayeen-e-Pakistan (TTAP) de la que forma parte el partido Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI) del ex primer ministro Imran Khan, hoy encarcelado.
Durante su aprobación por parte del Senado el miércoles, varios parlamentarios rompieron copias del proyecto y gritaron consignas contra el primer ministro y su hermano, el también ex primer ministro Nawaz Sharif, forzando a los senadores oficialistas a formar un cordón sanitario a su alrededor para protegerlos.
Este jueves, tras la sanción presidencial de la enmienda, dos jueces del Tribunal Supremo de Pakistán dimitieron de sus cargos al considerar supone un «ataque» a la Constitución paquistaní.
Un contexto de tensiones crecientes
La enmienda llega en un contexto de escalada de tensiones de Pakistán con los talibanes afganos en el este y con la India en la frontera oriental.
Pakistán y Afganistán atravesaron en la primera mitad de octubre una de sus peores crisis en décadas, con enfrentamientos en la porosa Línea Durand.
Islamabad aduce que Kabul refugia en su territorio a insurgentes talibanes paquistaníes del Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), un punto negado por los fundamentalistas afganos.
Ambos países alcanzaron un débil alto el fuego en Doha con la mediación de Catar y Turquía.
En su frontera con la India, la situación ha permanecido tensa pero prácticamente en calma desde el pasado mayo, cuando las dos potencias nucleares vivieron una escalada de tensiones sin precedentes en las últimas décadas, con enfrentamientos con drones y artillería tras un atentado terrorista en la Cachemira india del que Nueva Delhi acusa a Islamabad.
Pakistán y la India alcanzaron un alto el fuego con la mediación del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Aunque la tensión aún ha vuelto a producirse, los atentados terroristas de esta semana en Nueva Delhi e Islamabad han enrarecido la situación. EFE
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