Comisión del PE respalda meta climática de 2040 con voto en contra de populares españoles
Bruselas, 11 nov (EFE).- La Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) ha respaldado la enmienda de la meta de reducción de emisiones de la UE para 2040 que incluye un objetivo intermedio y flexibilidades para los estados miembros, con el voto en contra de eurodiputados populares españoles.
Este voto, que tuvo lugar en la víspera, fue un paso previo a la adopción en el plenario de la Eurocámara, prevista para el próximo día 13 y que fijará la postura del PE para negociar el texto legislativo final con los Veintisiete.
La Comisión de Medio Ambiente y Clima dio luz verde así a la propuesta del Ejecutivo comunitario tras la reunión la semana pasada de los ministros del ramo de la UE, y que fija la meta de reducir sus emisiones de CO2 en un 90 % en 2040 respecto a 1990.
El objetivo de 2040 actúa como puente entre el 55 % de 2030 y la neutralidad de 2050, y permite formalizar ante la ONU el compromiso de recortar entre el 66,25 % y el 72,5 % en 2035.
Aunque la meta fijada para 2040 mantiene el emblemático recorte del 90 %, suaviza su consecución con medidas de flexibilidad para los Estados miembros – preocupados por la competitividad europea -, entre ellas la posibilidad de completar un 5 % del recorte comprando derechos de emisión a terceros países.
Los eurodiputados consideran que la transición verde y la mejora de la competitividad europea «van de la mano» y por lo tanto respaldan esas flexibilidades, según informó la Eurocámara en un comunicado. Además, reclamaron «garantías» de que habrá sólidas salvaguardas para la citada medida que implicará a terceros países.
También pidieron flexibilidades adicionales que abarquen a diferentes sectores e instrumentos con vistas a alcanzar objetivos que sean tan «eficientes en cuanto a costes como sea posible», y respaldaron que la Comisión Europea evalúe los progresos hacia los objetivos intermedios cada dos años teniendo en cuenta datos científicos, desarrollos tecnológicos o la situación de competitividad de la UE.
El texto fue adoptado por 55 votos a favor, 32 en contra y 0 abstenciones. Entre sus detractores estuvieron eurodiputados populares españoles y de otras delegaciones nacionales como la polaca, la eslovena y la neerlandesa, en contraste con la postura general de este grupo conservador europeo.
El motivo de este rechazo es que consideran que el objetivo «no es alcanzable ni realista», según dijeron este martes fuentes del grupo parlamentario popular europeo, que también destacaron que el parque móvil español es «uno de los más antiguos de Europa» y que la mayoría de las viviendas se calientan con combustibles fósiles.
También votaron en contra de la propuesta partidos de extrema derecha europea o euroescépticos, mientras que a favor se posicionaron la alianza de Socialistas y Demócratas, la Izquierda y los Verdes y liberales, además de una mayoría de eurodiputados del PPE representados en la Comisión parlamentaria.
La vicepresidenta de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, la española Teresa Ribera, calificó el voto de «vergüenza». «Si no confían en la ciencia, que confíen en la realidad», añadió a través de una publicación en su perfil oficial en redes sociales. EFE
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