Consejo de Seguridad exige la entrada de ayuda humanitaria «a gran escala» en Gaza
El Consejo de Seguridad de la ONU exigió el viernes la entrega «a gran escala» de ayuda humanitaria a la población de Gaza, sin pedir un alto el fuego inmediato, una medida rechazada por Estados Unidos a pesar de la presión internacional.
La resolución, adoptada tras intensas negociaciones por 13 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones (Estados Unidos y Rusia) «exige a todas las partes que autoricen y faciliten la entrega inmediata, segura y sin obstáculos de asistencia humanitaria a gran escala» en Gaza y «crear las condiciones para un cese duradero de las hostilidades».
También exige el uso de «todas las rutas de acceso y circulación disponibles en toda la Franja de Gaza, incluidos los pasos fronterizos (…) para el suministro de ayuda humanitaria».
«Sabemos que no es un texto perfecto, sabemos que sólo un alto el fuego pondrá fin al sufrimiento», comentó la embajadora de Emiratos Árabes Unidos, Lana Zaki Nusseibeh, autora del texto.
Pero «si no tomamos medidas drásticas, habrá hambruna en Gaza», y este texto «responde con acciones a la desesperada situación humanitaria del pueblo palestino», añadió antes de la votación en la sede de la ONU en Nueva York.
«Es un paso en la dirección correcta y debe ser aplicado y acompañado de una presión masiva en favor de un cese al fuego inmediato», reaccionó el embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansour.
«Un cese al fuego humanitario es el único medio para comenzar a responder a las necesidades desesperadas de la población de Gaza y poner fin a su pesadilla», dijo por su lado el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien admitió que «esperaba más» firmeza por parte del Consejo de Seguridad.
– El «verdadero problema» según Guterres –
Atacando directamente a Israel, Guterres dijo que el «verdadero problema» para suministrar ayuda en Gaza es «la forma en la que Israel está realizando esta ofensiva», que «está creando obstáculos masivos a la distribución de ayuda humanitaria».
Israel afirmó tras el voto que «por motivos de seguridad» seguirá inspeccionando toda la ayuda humanitaria hacia el territorio palestino, según señaló su canciller, Eli Cohen.
El embajador israelí en la ONU, Gilad Erdan, afirmó después de la votación que «no se puede confiar en que la ONU controle la ayuda que entre en Gaza».
La resolución, aprobada tras largas discusiones por la postura estadounidense de usar su derecho a veto, es menos ambiciosa que la propuesta presentada el domingo por los Emiratos, que incluía la petición de un «cese urgente y duradero de las hostilidades».
Una enmienda rusa que pretendía retomar el llamamiento a una «suspensión urgente de las hostilidades», que recogía 10 votos a favor y 4 abstenciones, fue bloqueada por Estados Unidos.
«Este es un momento trágico para el Consejo», denunció el embajador ruso ante la ONU, Vassili Nebenzia, fustigando el «chantaje» estadounidense.
El Consejo de Seguridad, criticado por su inacción desde el inicio de la guerra, postergó durante varios días la votación de la resolución para evitar un nuevo veto, en un momento en que los habitantes de la Franja de Gaza, bombardeados por las fuerzas israelíes en represalia por el ataque de Hamás del 7 de octubre, están amenazados por la hambruna.
Esta es la segunda vez que el organismo logra ponerse de acuerdo para aprobar una resolución sobre el conflicto.
Su texto anterior, del 15 de noviembre, pedía «pausas humanitarias». Otras cinco propuestas fueron rechazadas en dos meses, dos de ellas vetadas por Estados Unidos, la última el 8 de diciembre.
– «Luz de esperanza» –
«Esto nos llevó días y muchas largas noches de negociaciones para hacer bien las cosas, pero hoy este Consejo aporta una luz de esperanza en un océano de sufrimientos inimaginables», dijo la embajadora de Estados Unidos en la ONU, Linda Thomas-Greenfield.
Las negociaciones sobre esta nueva resolución también fueron intensas en torno a los términos a la hora de definir un mecanismo de seguimiento que garantice el carácter «humanitario» de la ayuda.
Otro punto sensible fue la ausencia de una condena -e incluso del nombre- de Hamás, criticada por Israel y Estados Unidos.
El texto deplora «todos los actos de terrorismo» así como «todos los ataques contra civiles», y exige la liberación «incondicional» de los rehenes retenidos por la organización palestina.