Un párroco quiere que el Estado aborde los abusos sexuales en la Iglesia católica suiza

© Keystone / Christian Beutler

Nicolas Betticher quiere que el Consejo Federal intervenga ante el Papa a favor de un tribunal suizo independiente que se ocupe de los casos de abusos en la Iglesia católica.

«En mi opinión, sólo así tendremos la posibilidad de contar con un tribunal independiente», afirma el padre Nicolas Betticher. Betticher, el cual inició una investigación sobre supuestos abusos contra tres obispos y un abad con una carta a la nunciatura papal en Berna.

En una entrevista concedida el domingo al diario SonntagsZeitung , el antiguo vicario general de la diócesis de Lausana, Ginebra y Friburgo y actual párroco de Berna declaró que le gustaría obtener del Papa un derecho especial suizo para poder tratar «por fin de forma creíble» el escándalo de abusos que salió a la luz en septiembre.

+ ¿Qué sigue tras las revelaciones de abusos sexuales de la Iglesia católica suiza?

«Con un derecho especial, por ejemplo, los obispos en Suiza podrían ser relevados de la jurisdicción en materia de abusos sexuales», dijo Betticher. «Un tribunal competente podría actuar y llevar a cabo juicios y procedimientos». El Papa podría concederlo durante 15 años a modo de prueba, «como un laboratorio para la Iglesia universal, por así decirlo».

El modelo francés no es adecuado

Betticher no está a favor de la idea de la Conferencia Episcopal Suiza de crear un tribunal penal y disciplinario eclesiástico basado en el modelo francés, porque no podría juzgar casos de abusos que impliquen a víctimas menores de edad o a obispos.

«Eso simplemente no sería una respuesta creíble a los casos de abusos, porque según el estudio de la Universidad de Zúrich, la mayoría de las víctimas eran menores», dice Betticher. «Y los obispos también deberían rendir cuentas en Suiza si fuera necesario».

En septiembre, la Universidad de Zúrich publicó un estudio que documenta 1.002 casos de abusos sexuales en la Iglesia católica suiza desde mediados del siglo XX. Según los investigadores, esto es sólo la punta del iceberg, ya que la mayoría de los casos no se denunciaron y los documentos fueron destruidos.