
Eduardo Bustamente, vicecanciller argentino, deja su cargo
Buenos Aires, 22 jul (EFE).- El viceministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Eduardo Bustamante, dejó su cargo este martes, según informó el Boletín Oficial, mientras que medios locales aseveraron que su salida responde a un despido ordenado por el actual canciller, Gerardo Werthein, como parte de un proceso de relevo de funcionarios cercanos a la extitular de la cartera, Diana Mondino.
Bustamante, diplomático de carrera, excónsul general en Uruguay y reservista del Ejército, volverá a su rango de ministro de primera, puesto anterior a su ascenso de octubre de 2024 en reemplazo del primer vicecanciller del Gobierno de Javier Milei, Leopoldo Sahores.
«Acéptase, a partir del 18 de julio de 2025, la renuncia presentada por el señor Ministro Plenipotenciario de Primera Clase Eduardo Miguel Bustamante al cargo de Secretario de Relaciones Exteriores del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto», reza el decreto 491/2025 publicado este martes, que lleva la firma del canciller Werthein.
Según la prensa local, Juan Navarro, quien hasta ahora ocupaba el cargo de subsecretario de Política Exterior de la Cancillería y que previamente ocupó puestos en las sedes diplomáticas argentinas en Brasil, China y Estados Unidos, asumirá de manera interina el puesto de Bustamante.
A mediados de mayo, Bustamante había sido enviado como representante argentino en el foro ministerial China-CELAC celebrado en Pekín, y ese mismo mes viajó a la investidura presidencial de Daniel Noboa en Ecuador.
Medios locales relacionaron la renuncia del vicecanciller con el episodio que provocó la salida de Mondino y la llegada de Werthein al Ministerio de Relaciones Exteriores: el voto de Argentina a favor de Cuba en las Naciones Unidas a fines de 2024 para exigir el levantamiento del embargo que sostiene Estados Unidos contra ese país.
Ese voto de Argentina, que no se apartó del habitual apoyo a Cuba, provocó una crisis interna en el Gobierno de Milei, que impulsa una transformación de la tradicional línea del multilateralismo hacia posiciones ultraconservadoras y hacia un alineamiento con Estados Unidos e Israel. EFE
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