El histórico muralismo político chileno se reactiva para las elecciones presidenciales
Raúl Gómez
Santiago de Chile, 9 nov (EFE).- En la santiaguina Cafetería Popular, en el céntrico barrio Yungay, entre andamios, brochas y botes de pintura, los miembros de la Brigada Ramona Parra (BRP) se preparan para realizar uno de sus característicos e icónicos murales.
Con la mirada puesta en las elecciones del 16 de noviembre, cuando los chilenos elegirán al sucesor del actual presidente, Gabriel Boric, la BRP busca intensificar su producción y aunar fuerzas, a través del arte, en torno a la candidata única de la izquierda, la exministra Jeannette Jara.
Fundada hace más de 50 años, en el preludio del Gobierno del socialista Salvador Allende (1970-1973), la BRP mantiene vivo el espíritu comunitario y reivindicativo de antaño.
«Los murales siguen siendo muy efectivos y logran tener una esencia muy importante dentro de las poblaciones», asegura a EFE el responsable nacional de la brigada, Ignacio Barría, al tiempo que baña su brocha en pintura.
Con unos sencillos trazos verdes, los brigadistas bocetan el mural con sus característicos rostros abstractos y banderas chilenas que mutan en palomas, ojos o guitarras.
«Un arte del pueblo»
El reconocido artista y muralista chileno Alejandro ‘Mono’ González, fundador de la BRP y reciente ganador del Premio Nacional de Artes Plásticas, dice a EFE que el muralismo chileno tiene una diferencia considerable con otros movimientos de la región.
«Cuando se habla de muralismo urbano se piensa en México, pero el muralismo mexicano viene de arriba para abajo, es institucional. El muralismo chileno es el único que parte del pueblo hacia arriba», apunta.
«Caer en la institución es caer en la tentación, por lo que hay que estar atentos», añade.
Este movimiento artístico vivió sus años dorados durante el Gobierno allendista de la Unidad Popular y más tarde con la transición, y volvió a reactivarse con fuerza a partir del estallido social de 2019 –considerado la mayor ola de protestas desde el retorno a la democracia– y de los dos procesos constituyentes posteriores.
«El muralismo es el reflejo del protagonismo de la juventud ante la necesidad de renovación, de creación y de colorido que ya fue parte importante en el triunfo de Allende en 1970 y que sigue vivo a día de hoy», afirma a EFE la profesora de Ciencias Históricas de la Universidad de Chile Carla Peñaloza.
A la escasez creciente de muros libres, se suma una restricción electoral que complica el trabajo de los muralistas independientes: solo se permiten alusiones al voto a los comandos oficialmente inscritos.
Por eso, la BRP busca muros cedidos o abandonados para mostrar de manera alegórica, sin incluir nombres ni partidos, su apoyo a Jara, que va primera en todas las encuestas pero sin opciones para hacerse con la Presidencia en primera vuelta.
«Para esta campaña hemos buscado representar la dignidad de los pueblos, la infancia y todo tipo de luchas que vayan enmarcadas en los principales lineamientos que tenemos en relación con el arte y con nuestro partido», puntualiza Barría.
«Contra el fascismo democrático»
Otras agrupaciones, como la que ahora dirige el «Mono», han optado por diversificar sus soportes y, en vez de muros, centran su producción en afiches y carteles.
Este año y ante lo que el «Mono» considera un «alarmante auge del fascismo democrático», el colectivo ha creado afiches con el lema «Nunca Más».
«Lo que refleja un mural creo que no lo refleja el afiche: el trabajo en equipo, casi clandestino, los colores, la esperanza», indica sin embargo César Padilla, colaborador del «Mono».
Tamara Cáceres, miembro de la BRP, cree que las brigadas muralistas son un «lucero de esperanza» entre tanto extremismo y tanto individualismo.
«El auge de la ultraderecha viene de la mano con el individualismo: ya no conectamos, no conversamos. Estas instancias colectivas sirven para fortalecer el bienestar común», concluye a EFE.
Por primera vez desde el retorno a la democracia, hay dos candidatos ultraderechistas con opciones de pasar, junto a Jara, a la segunda vuelta electoral prevista para diciembre y que defienden el golpe contra Allende y el legado de la dictadura militar: José Antonio Kast y Johannes Kaiser. EFE
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