El papa opta por la prudencia en sus itinerarios por Turquía y el Líbano
Estambul/Beirut, 23 nov (EFE).- El viaje del papa León XIV a Turquía transcurre por referencias ecuménicas que destacan el acercamiento a otras ramas del cristianismo y evitan puntos que podrían dar lugar a polémicas con el islam, mientras que en Líbano están ausentes del itinerario las regiones golpeadas por la guerra con Israel.
La primera jornada de su gira será el jueves 27 de noviembre en Ankara, donde acudirá al mausoleo de Mustafá Kemal Atatürk (1881-1938), fundador de la República de Turquía; y mantendrá un encuentro con el presidente, Recep Tayyip Erdogan, antes de trasladarse en avión a Estambul.
El primer concilio ecuménico
Allí, el papa se encontrará el viernes con jerarcas católicos en la catedral de la ciudad y más tarde volará en helicóptero a Nicea, donde en el año 325, hace exactamente 1.700 años, se celebró el concilio de Nicea, el primero ecuménico, atendido por obispos de todas las regiones cristianizadas entonces.
Y será precisamente una oración ecuménica, integradora de todas las ramas cristianas, la que el papa pronunciará en esta ciudad, hoy llamada Iznik, ante las ruinas recién restauradas de la basílica de San Neófito que estuvieron durante casi un milenio cubiertas por las aguas de un lago.
El sábado arranca con una visita a la famosa Mezquita Azul de Estambul y continúa con un encuentro con representantes de diversas confesiones cristianas en la iglesia de San Efrén de la comunidad siriaco-ortodoxa, formada en el siglo V, cuyos fieles se reparten hoy por Turquía, Siria e Irak.
En la tarde de ese día, León XIV se reunirá con el patriarca de la Iglesia ortodoxa, Bartolomeo I, y finalmente oficiará una misa en el estadio Volkswagen Arena.
Tras una visita de oración a la catedral armenia de la ciudad, León XIV volverá a la iglesia ortodoxa de San Jorge para una liturgia y un almuerzo con Bartolomeo, ahondando así en una tradición de cercanía de décadas.
El papa no pisará Santa Sofía, la mayor y más antigua de las iglesias de Estambul, reconvertida en mezquita en 2020, ni tampoco visitará la iglesia bizantina de Santa Sofía de Nicea, mezquita desde 2011.
La política del Gobierno de Erdogan de reconvertir en mezquitas varios templos bizantinos adaptados al uso musulmán en épocas otomanas pero secularizados durante la República, ha causado encendidas polémicas con los sectores laicos turcos y es de suponer que León XIV prefiere no atizar de nuevo este debate.
Recordar la explosión
La segunda parte de su viaje arrancará el domingo 30 de noviembre con su llegada al Aeropuerto Internacional de Beirut, donde será recibido con una ceremonia de bienvenida, antes de reunirse con el presidente libanés, Joseph Aoun; el primer ministro, Nawaf Salam, y el jefe del Parlamento, Nabih Berri.
Los tres líderes políticos más importantes del país pertenecen por norma a las tres religiones mayoritarias, respectivamente: cristianismo, islam suní y chiísmo.
El lunes, el pontífice visitará el Monasterio de San Marón en el centro del país, que contiene la tumba del santo libanés más venerado, San Charbel (1828-1898), a quien se le atribuyen decenas de miles de milagros y cuyos restos serán incluidos en un itinerario papal por primera vez en su historia.
La jornada también le llevará al Santuario de Nuestra Señora del Líbano, al norte de Beirut, donde ya estuvo Benedicto XVI en 2012 durante la última visita de un papa al Líbano, y culminará con un encuentro ecuménico e interreligioso, seguido de otro con jóvenes.
En su último día en el país, el 2 de diciembre, León XIV liderará un rezo en el puerto de Beirut, donde se originó la explosión de cientos de toneladas de nitrato de amonio mal almacenado que en agosto de 2020 causó más de 200 muertos y 6.500 heridos y devastó barrios enteros de la capital.
Un lustro después, la investigación judicial todavía no ha concluido tras sufrir constantes bloqueos por parte de autoridades sospechosas en el caso.
De este modo, el santo padre acudirá al lugar de una de las mayores tragedias ocurridas en los últimos años en el Líbano, pero evitará visitar las regiones del sur y el este del país que fueron duramente golpeadas por la guerra librada de 2023 a 2024 con Israel.
En ellas, de mayoría chií, hay diversas comunidades totalmente cristianas y otras mixtas. EFE
iut-njd/jlp