Expresidenta Áñez pide que se luche por exiliados de Bolivia tras recibir reconocimiento
La Paz, 13 nov (EFE).- La expresidenta interina de Bolivia Jeanine Áñez pidió este jueves que se luche para que los exiliados de Bolivia, que tuvieron que salir a otros países durante la crisis de 2019, regresen y se restituyan sus derechos, luego de recibir un reconocimiento en la ciudad de Santa Cruz, considerada el motor económico del país.
Áñez (2019-2020) dijo que «no hay que descansar» hasta ver a los exiliados de nuevo en Bolivia «y que se restituyan sus derechos», así como los de los policías y militares que fueron encarcelados y en otros casos «torturados» durante la crisis de 2019.
«Todavía tenemos presos políticos, exiliados políticos y la lucha tiene que continuar por el bien de todos los bolivianos, por el bien de la democracia», precisó la exmandataria durante el acto de reconocimiento realizado por el Comité Cívico pro Santa Cruz.
Áñez fue liberada hace una semana, después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anulara la condena de diez años en su contra y ordenara su libertad.
Estuvo encarcelada cuatros años y ocho meses acusada de situarse ilegalmente en la línea de sucesión constitucional en 2019, tras la renuncia del entonces presidente Evo Morales (2006-2019), en medio de una crisis social y política.
La exmandataria manifestó que fueron «años muy duros de persecución» en los que el Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) «quiso imponer un silencio, pero no lo consiguieron».
«El miedo nunca irá por encima de nuestra dignidad, nunca debe superar a la injusticia. Nosotros tenemos la solvencia, la moral de ver a todos los bolivianos y decirles que cumplimos con nuestra patria y lo vamos a seguir haciendo desde el lugar que nos corresponde», precisó Áñez.
El Comité Cívico de la región oriental de Santa Cruz, entidad que reúne a los líderes civiles del departamento, entregó una plaqueta de reconocimiento a la expresidenta transitoria «por su lucha y sacrificio por la democracia», como parte de la «cruzada por la libertad», proyecta que apuesta a que no haya ni un solo preso político en Bolivia.
Asimismo, el gobernador de esa región, Luis Fernando Camacho, también recibió ese reconocimiento, después de haber sido liberado en agosto pasado tras casi tres años de estar preso también acusado por la crisis de 2019.
El TSJ anuló la condena de 10 años de cárcel de Áñez y la absolvió de cualquier delito que la involucre en los hechos de 2019.
Áñez asumió el mando interino del país el 12 de noviembre de 2019, dos días después de la renuncia de Morales y de todos los funcionarios en línea de sucesión presidencial.
Morales dimitió y salió del país asegurando ser víctima de un «golpe de Estado», en medio de protestas ciudadanas por denuncias de un fraude electoral a su favor en las elecciones generales de 2019 que luego fueron anuladas.
Áñez fue detenida en marzo de 2021 dentro del proceso conocido como ‘golpe de Estado I’, iniciado por una exdiputada del MAS, por la crisis de 2019.
En agosto pasado, el TSJ ordenó revisar los plazos de las detenciones preventivas en todos los procesos contra Áñez y otros dos líderes regionales opositores al MAS, Camacho y Marco Pumari, lo que derivó en la liberación de estos políticos.
Los tribunales anularon otros los procesos ordinarios contra Áñez, que fueron trasladados al Legislativo para ser abordados en un juicio de responsabilidades, que es un proceso exclusivo para las más altas autoridades del país que debe ser conocido por el órgano Legislativo y la sentencia debe provenir del TSJ.
El sábado pasado fue investido como presidente de Bolivia el centrista Rodrigo Paz, lo que puso fin a casi 20 años de gobiernos del MAS. EFE
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