El renacimiento de las antenas parabólicas

Pronto los balcones de las viviendas helvéticas se asemejarán a los de la capital germana, Berlín.

Las antenas parabólicas, antes mal vistas, vuelven a multiplicare en Suiza. Cada vez más personas las instalan para tener acceso a más canales de televisión.

Anteriormente eran en principio los extranjeros en Suiza los que hacían uso de estos platillos para poder ver en sus televisores los canales de sus países de origen. Hoy, su uso se ha expandido.

Este desarrollo se muestra en las cifras de venta de las tarjetas de codificación de las señales de los canales que reciben las antenas satelitales de la Sociedad Suiza de Radio y Televisión SRG SSR idée suisse.

El año pasado la SRG SSR vendió 371.089 de estas tarjetas a un precio de 60 francos la pieza, lo que significa un cuarto más que en el 2005. Hace cinco años había en circulación sólo 88.198, lo que indica que su uso se ha más que cuadruplicado.

Y la tendencia sigue creciendo, indica el portavoz de la SRG SSR, Daniel Steiner. A principios de 2007 ni se notó el típico descenso en las ventas en el mes de enero.

Se duplicaron las ventas de antenas

Los vendedores de las antenas parabólicas también se congratulan de la nueva demanda. «La gente se precipita en nuestras tiendas», dice el pionero de este sector en Basilea, Werner Zimmermann, que desde hace 20 años se ha especializado en estos productos.

En el último quinquenio ha visto los mejores beneficios en su compañía. Su cifra de negocios de 2006 aumentó 60% con relación al año precedente. En 2007 predice que las ventas se duplicarán.

A juicio del pionero en la importación de antenas satelitales Belsat en Suiza, el año pasado el mercado total de aparatos receptores habría aumentado en 2006 entre 15 y 20% para situarlos en unos 100.000. El receptor digital es la parte central del equipo.

Este receptor se encarga de transmitir la oferta de canales al aparato de televisión. En los sistemas más utilizados –el Astra y el Eutelsat hotbird- pueden recibirse libremente 470 radioemisoras y 610 canales de televisión.

Costos únicos

Los costos de un equipo satelital –que se puede conseguir a partir de 300 francos, con gastos de instalación de entre 200 y 600 francos- se pueden amortizar en pocos años, pues ya no hay que pagar más tarifas de suscripción. También la moda de los televisores de pantalla plana aumenta la moda de la televisión satelital.

«Los clientes en la tienda están fascinados por la extraordinaria calidad de la imagen, pero en casa se decepcionan», dice Bernhard Wenger, gerente de Belsat. Esto se produce debido a que los grandes ‘dispays’ producen una mala imagen a través de la señal análoga de cable.

El Campeonato Mundial de Fútbol de 2006 también provocó mayores ventas. Los espectadores querían ver los partidos en la mejor calidad.

«Considero que el ‘boom’ seguirá», dice Wenger, argumentado que desde hace algún tiempo se puede recibir televisión de alta resolución (HDTV). En el sistema de cable apenas aparecen los primeros intentos. Y a todo esta tendencia se suma el furor que generará la Eurocopa 2008.

Algunas pequeñas dificultades

En principio, cualquier persona puede hacer instalar una antena parabólica. Los inquilinos deben recibir el consentimiento de su casero en el caso de que quieran colocar el platillo en el techo, en la fachada o en la parte exterior de una ventana de su vivienda.

Además, en ciertas regiones es necesario obtener una autorización de las autoridades de construcción o de las de protección patrimonial. Sin embargo, actualmente hay numerosas posibilidades para instalar una antena camuflada sin molestar a nadie.

Para no tener ningún problema de distorsión en la recepción de la imagen, la parabólica debe ser dirigida hacia el sur y no debe quedar cubierta por nieve en el invierno.

Uno de los inconvenientes resulta ser que los canales locales y el austriaco ORF no se localizan vía satélite. Y además, cada vez más canales extranjeros comienzan a cobrar por la recepción de su señal.

swissinfo y Matthias Kägi, ATS
(Traducido del alemán por Patricia Islas Züttel)

Antenas parabólicas

Son receptoras de programas de radio, televisión y otros servicios como acceso a internet, vía satelital.

Debido a una distancia aproximada de 36.000 km, la señal hacia la Tierra es muy débil. Para poder recibirla es suficiente en la actualidad contar con una antena parabólica de un diámetro de 60 cm.

La antena se compone de un espejo parabólico, una cabeza receptora con reguladores de frecuencia y amplificador. La señal recibida se transmite a través de una central distribuidora.