
Incluso un jefe mafioso puede ver a su novia en la cárcel, según el Supremo italiano
Roma, 15 jul (EFE).- El Tribunal Supremo italiano ha autorizado este martes el encuentro en la cárcel de un jefe mafioso con una mujer con la que inició una relación sentimental a través de correspondencia mientras se encontraba bajo el 41 bis, el severo régimen penitenciario de Italia reservado a miembros de la mafia y terroristas.
La máxima corte del país ha rechazado un recurso presentado por el Ministerio de Justicia contra la decisión de un tribunal de vigilancia que ya había aprobado el encuentro entre el capo siciliano Davide Emanuello, jefe de Cosa Nostra, y la mujer con la que mantenía una relación epistolar desde hacía más de una década, según medios locales.
La solicitud había sido inicialmente denegada por el director de la prisión de alta seguridad de Sassari, en la isla de Cerdeña, donde Emanuello cumple condena.
La larga relación epistolar entre el jefe mafioso y la mujer derivó en un vínculo sentimental y motivó la solicitud de un encuentro en prisión, explicaron los abogados en el recluso.
El Tribunal, que ha subrayado el derecho a la afectividad del detenido, se desvincula así de una de las principales restricciones del régimen 41 bis, que señala que el preso puede recibir -solo en algunos casos- una visita al mes de una hora de sus familiares, separados por una mampara blindada, sin posibilidad de contacto físico.
El duro régimen carcelario, introducido en los años ochenta y reforzado tras los atentados mortales contra los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992, está reservado para los capos mafiosos y condenados por terrorismo.
El reo vive en una celda individual, sin contacto con el resto de presos y sin acceso a las zonas comunes; solo en algunos casos se le concede un par de horas al aire libre, siempre solos, y está sometido a una vigilancia continuada por agentes que no pueden mantener contacto con otros funcionarios.
Además se controla toda su correspondencia y no tienen acceso a libros o revistas.
La dureza del 41 bis ha sido duramente criticada por organismos internacionales: el Convenio Europeo para la Prevención de la Tortura lo ha considera «inhumano» y ha sido cuestionado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, mientras que en 2007 EE.UU. negó la extradición a Italia del mafioso Rosario Gambino alegando que ese sistema «equivale a la tortura».
Sin embargo, la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, ha defendido firmemente su aplicación y a pesar de las consideraciones humanitarias, el 41 bis es uno de los pocos puntos en los que durante años han estado de acuerdo todos los partidos italianos, desde la derecha hasta la izquierda. EFE
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