
Investigan asesinato de labriegos presuntamente retenidos por EPP en Paraguay
Asunción, 4 abr (EFE).- Las autoridades investigan el asesinato de dos labriegos que presuntamente fueron secuestrados y ejecutados por el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), un grupo de ideología marxista que también mantiene secuestrado desde septiembre de 2020 al exvicepresidente del país Óscar Denis.
Los cadáveres de Esteban David Valenzuela, de 28 años, y Julio César Aveiro, de 31, fueron hallados el pasado sábado en una finca en los límites entre los departamentos de Amambay y Concepción (noreste).
Los hombres habían desaparecido el pasado 5 de marzo, el mismo día en el que otro lugareño, el docente jubilado Carlos González, dijo haber sido retenido por el EPP. Él fue liberado el 14 de marzo.
«El trabajo nuestro ahora prosigue para poder justamente llegar al objetivo, que es el de esclarecer lo ocurrido», dijo el subjefe del Departamento Antisecuestro de la Policía Nacional, Mario Vallejos.
Relató a la radio ABC Cardinal que al momento de ser hallados los cadáveres no habían pasado 24 horas de que les hubieran disparado.
«Estas personas fueron lamentablemente ejecutadas», afirmó Vallejos, que vinculó las muertes con una estrategia para generar «terror» entre los lugareños.
OTROS SECUESTROS
Pero el de los labriegos no es el único secuestro del que se señala al EPP. Además del exvicepresidente Denis (2012-2013), de 75 años, esa organización tiene en cautiverio desde julio de 2014 al policía Edelio Morínigo y desde octubre de 2016 al ganadero Félix Urbieta.
El diario ABC reveló este lunes que con las muertes de los campesinos se elevan a 74 los asesinatos cometidos por esa organización surgida bajo la denominación de EPP en 2008.
Los cadáveres fueron localizados, recordó el diario, cuando se cumplían siete años de otro secuestro cometido por el EPP.
En ese hecho murió un militar y dos integrantes de esa agrupación, entre ellos un líder identificado como Bernardo «Coco» Bernal Maíz.
El rotativo contabilizó 147 «golpes» de ese grupo en 25 años.
Para Andrés Colmán Gutiérrez, periodista y autor del libro «EPP: Historia no autorizada», es «habitual» para esa organización «dar un golpe» y luego llamarse «a silencio por un buen tiempo».
Colmán explicó a Efe que son «muchas» las historias de lugareños retenidos por los integrantes de esa guerrilla para evitar que divulguen su paradero.
Llamó sí la atención sobre la propuesta que dio a conocer el docente liberado semanas atrás, quien indicó que el EPP ofrecía información de Denis y Morínigo a cambio de informes sobre la suerte de la hija de dos de sus líderes desaparecida a finales de 2020.
«Si están pidiendo información (sobre la menor) es porque ellos no saben nada de su paradero», sostuvo.
También vio como trasfondo de estas acciones un intento del EPP de que el Gobierno lo reconozca como fuerza insurgente y le dé carácter político.
PARA EL ESTADO NO ES UNA GUERRILLA
Sin embargo, el portavoz de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), el teniente coronel Luis Apesteguía, puntualizó que el Estado paraguayo no considera al EPP una guerrilla, sino «criminales terroristas».
Consultado sobre la menor desaparecida, pidió trasladar esa pregunta a ese grupo.
«De ninguna manera la tenemos nosotros o privada de su libertad o secuestrada», afirmó en un diálogo reciente con Efe.
El coordinador de la Pastoral Diocesana de Concepción, Benjamín Valiente, se inclinó, por su parte, por un diálogo con el EPP, aunque admitió que es un escenario «muy difícil» cuando se califica a ese grupo de «extorsionadores y terroristas».
Valiente se declaró «muy sorprendido» por el descubrimiento de los cadáveres de los labriegos, y apuntó que este hecho los deja en una especie de «nebulosa» y se asemeja más a un «ajuste de cuentas».
«Puede ser otra gente violenta», declaró el líder social sobre los posibles autores y advirtió que al atribuirse a ese grupo la muerte de los labriegos, «ya no hay investigación fiscal, ya no hay nada. La prensa publica eso y no se llega al fondo de la cuestión». EFE
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