Irán, casi paralizado por la ola de calor extrema en medio de crisis hídrica y apagones
Teherán, 23 jul (EFE).– Irán se encuentra semiparalizado este miércoles por el cierre de oficinas gubernamentales y bancos en al menos 15 provincias, debido a una ola de calor sin precedentes, en medio de la escasez de agua y los constantes cortes de electricidad.
Así, en al menos 20 de las 31 provincias iraníes —entre ellas Teherán, Azerbaiyán Oriental, Fars, Juzestán y Jorasán Razaví— se han suspendido las actividades administrativas ante el calor abrasador, que en los últimos días ha registrado nuevos récords.
En casi todo el país, los termómetros marcan temperaturas superiores a los 40 grados Celsius, mientras que en el sur rebasan los 50 grados.
En Teherán, el cierre de oficinas públicas y bancos se percibió en un descenso del tráfico a primera hora de la mañana.
Pero la suspensión de las actividades no se ha adoptado solo por la intensa ola de calor. El Gobierno busca reducir el consumo de agua y electricidad ante una severa crisis que afecta al país.
Los apagones, que comenzaron en invierno en casi todo el país por el déficit de combustible en centrales eléctricas, se han intensificado especialmente en la capital, con cortes diarios por barrios de al menos dos horas, limitando el uso del aire acondicionado ante las altas temperaturas.
A eso se ha sumado la crisis hídrica, a la que las autoridades han respondido con la disminución de la presión del agua potable y no descartan cortes próximamente.
El país enfrenta el quinto año consecutivo de sequía, y las precipitaciones en todo Irán han bajado un 40 %.
“La disminución de las precipitaciones en la provincia de Teherán durante este año hidrológico no tiene precedentes en los últimos 60 años y ha afectado gravemente los recursos hídricos de Teherán”, alertó el lunes la Compañía de Agua y Aguas Residuales de la provincia de Teherán (ABFA, en persa).
Según la compañía, las reservas de las presas que abastecen a la provincia de Teherán se encuentran en su nivel más bajo en un siglo.
Pero el problema no afecta solo a Teherán. Unas 51 ciudades sufren de estrés hídrico.
Según un estudio del diario Etemad sobre el estado de los recursos hídricos del país, el volumen de agua en los embalses de las presas no llega ni a la mitad de su capacidad, y con un 46 % muestra una caída del 26 % con respecto al año anterior.
Ante esta grave situación, el Gobierno ha instado a los ciudadanos a reducir el consumo de agua y no ha descartado racionamientos. EFE
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