Italia debate el consentimiento parental obligatorio para la educación sexual
Roma, 10 nov (EFE).- La Cámara de Diputados italiana inició este lunes el debate sobre un proyecto de ley que plantea la obligación de obtener el consentimiento previo de los padres para que sus hijos reciban educación sexual en centros educativos a partir de los 11 años.
El proyecto, que ha sido objeto de negociaciones en los últimos meses, se discutió por primera vez hoy en sesión plenaria, donde la ultraderechista Liga presentó una enmienda para modificar el texto que la oposición interpreta como una retractación de su posición inicial.
En concreto, la enmienda abre la puerta a «actividades didácticas y proyectos» relacionados con la sexualidad también en las escuelas secundarias de primer grado (para niños de entre 11 y 15 años), pero siempre que los padres lo autoricen previamente y tras haber recibido información detallada sobre los contenidos y materiales didácticos que recibirán sus hijos.
De ser aprobada la modificación, la ley permitiría a las escuelas secundarias de primer y segundo grado ofrecer educación sexual, mientras que en la educación infantil y primaria seguiría prohibida.
El diputado y portavoz de la Liga, Rossano Sasso, aseguró que la medida busca «aportar claridad» y evitar lo que consideró «distorsiones ideológicas».
«En los últimos meses, la oposición ha denunciado una deriva oscurantista, pero la realidad es que el PD (Partido Demócrata), el M5S (Movimiento 5 estrellas) y el componente de extrema izquierda de las asociaciones LGBT no toleran la libertad de elección educativa de las familias», escribió Sasso en su cuenta de Instagram.
El portavoz destacó que la enmienda no elimina la educación sexual, sino que refuerza la enseñanza de temas como las infecciones de transmisión sexual, los órganos reproductivos y la prevención de embarazos no deseados, siguiendo las directrices nacionales.
«Nunca más activistas trans, drag queens o personas sin competencias pedagógicas en primaria hablando de fluidez sexual, identidad de género o útero de alquiler», añadió Sasso.
Este proyecto de ley recibió el respaldo de la asociación Pro Vita y Familia, que entregó más de 50.000 firmas a favor del proyecto y criticó a la izquierda y a asociaciones LGBT por «pasar por encima de los derechos de los padres» e intentar «imponer esquemas ideológicos».
La oposición, liderada por el PD, el M5S y Alianza Verde e Izquierda, consideró que la medida sigue siendo insuficiente y advirtió que limitar la educación afectiva y sexual puede perjudicar el desarrollo emocional y relacional de los adolescentes.
«La derecha se ha visto obligada a dar marcha atrás. Después de semanas de polémicas y críticas del mundo escolar, asociaciones, psicólogos y de aquellos que se preocupan por la formación de los jóvenes, cae la prohibición de introducir programas de educación sexual en las escuelas secundarias de primer grado», indicó la responsable nacional de educación del PD, Irene Manzi, en un comunicado.
Manzi agregó que, si bien la enmienda es un paso en la dirección correcta, «no basta para borrar el error fundamental: pensar que la escuela debe callar sobre todo lo relacionado con el desarrollo emocional, relacional y sexual de los adolescentes».
«La educación afectiva y sexual no es un capricho ideológico: es prevención, es cultura del respeto, es protección para nuestros jóvenes», concluyó. EFE
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