
Justicia belga abre investigación por blanqueo contra Worldline por caso «Dirty Payments»
Bruselas, 27 jun (EFE).- La Fiscalía de Bruselas abrió hoy una investigación por presunto lavado de dinero contra la filial belga de la empresa francesa de servicios de pago Worldline, que este jueves se desplomó un 35,5 % en el índice bursátil Stoxx 600 tras la revelación periodística del caso «Dirty Payments» (Pagos sucios).
«La empresa habría procesado pagos en beneficio de compañías con actividades ilegales y para las cuales no se habrían respetado las normas en materia de blanqueo», indicó en un comunicado el Ministerio público.
Las pesquisas judiciales se inician después de que una investigación de periódicos belgas como ‘Le Soir’ y ‘De Standaard’ y otros 19 medios coordinados por la red European Investigative Collaborations (EIC) revelase esta semana que esa compañía presuntamente habría encubierto fraudes de varios de sus clientes, algunos relacionados con los juegos de azar o la pornografía.
La investigación, que corre a cargo de la Policía Judicial Federal de Bélgica, se centra en «la entidad belga del grupo Worldline», con sede en Bruselas, precisó la Fiscalía.
Las revelaciones periodísticas apuntan a que la filial belga de Worldline estuvo aparentemente implicada durante una década en la gestión «de miles de comercios electrónicos fraudulentos para los que el establecimiento de pagos francés ofrecía sus servicios», señaló ‘Le Soir’.
La firma creó en 2014 en Bruselas su primer departamento de «alto riesgo» para actividades sensibles al fraude o al blanqueo de dinero, apunta ese diario.
‘Le Soir’ atribuye a la entidad belga y a sus filiales durante una década «miles de millones de euros en transacciones para lo peor del comercio en línea: estafadores, casinos ilegales, grupos pornográficos controvertidos, sitios de prostitución y presuntas redes de blanqueo».
Entre ellos, destaca la plataforma francesa de anuncios de prostitución Sexemodel.com, implicada en varios casos de proxenetismo de menores.
Otro de los nombres destacados es el de Linkmedia (posteriormente llamada Aether), un grupo empresarial «clandestino» que controla «cientos o incluso miles de empresas teóricamente independientes y que practican estafas en línea».
«El grupo francés cerró deliberadamente los ojos ante las prácticas fraudulentas de sus clientes considerados de alto riesgo», añade el diario, que sostiene que en el 80 % de las transacciones sospechosas la filial belga de Worldline supuestamente diseñó estrategias para evitar rebasar los límites que harían saltar las alarmas de gigantes de las tarjetas de crédito como Visa o Mastercard.
Tras varias advertencias y una investigación del regulador alemán de la filial PayOne de Worldline, el grupo francés cerró 1.300 cuentas de clientes fraudulentos, agrega Le Soir, que maneja datos que indican que esos «clientes altamente sospechosos» realizaron más de 850 millones de euros en pagos durante los últimos 12 meses, de los cuales más de 700 millones pasaron por Worldline Bélgica, es decir, más del 80 % del total.
Aquella investigación germana provocó que la empresa fuera expulsada del índice de referencia de París, el CAC-40, y que sus acciones cayeran un 59 %, cuando la compañía anunció un beneficio al cierre del ejercicio menor del proyectado anteriormente.
Tras conocerse el escándalo, Worldline ha asegurado estar plenamente comprometida a «aplicar estrictamente la normativa y los estándares de prevención de riesgos, y hacer cumplir rigurosamente las reglas y procedimientos asociados, con tolerancia cero». EFE
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