Kaiser, el ultraderechista «sin complejos» que ha irrumpido con fuerza en Chile
Sebastián Silva
Santiago de Chile, 13 nov (EFE).- Ultraliberal, ultraconservador y defensor declarado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Johannes Kaiser, líder del Partido Nacional Libertario, se ha convertido en los últimos meses en el candidato emergente de las presidenciales chilenas, con opciones de avanzar al balotaje gracias a un discurso reaccionario y «sin complejos» que atrae a jóvenes y desilusionados.
De verbo filoso, con alta capacidad de juego discursivo, el diputado, sin estudios superiores, es el aspirante que más creció en intención de voto durante la campaña electoral, que orientó a capitalizar el descontento de los chilenos con la política tradicional, presentándose como un ‘outsider’ impugnador que promete orden y seguridad «para restaurar el imperio de la ley».
«A quienes se oponen, vamos a tener que someterlos por la fuerza, eso significa reforzar a nuestras policías y legalidad. Vamos a proponer el aumento de penas en todos los delitos, para que todo el mundo que los cometa cumpla un mínimo de cárcel», afirmó Kaiser en el último debate que sostuvo en televisión junto a sus siete adversarios camino a La Moneda.
Su perfil público se ha forjado desde 2013 cuando abrió la cuenta ‘El Nacional Libertario’ en Youtube, inaugurando un espacio en el que se dedicaba a disparar contra las ideas de izquierdas mientras trabajaba como recepcionista nocturno en un hotel.
Un «polo radicalizador»
Kaiser pasó por múltiples universidades tanto en Chile como en Europa, tomando cursos de derecho y ciencias políticas, aunque jamás obtuvo un título; ejerció durante su estadía entre Alemania y Austria como obrero de la construcción, camarero y vendedor, y él mismo ha señalado que «no quiso» terminar sus carreras superiores.
En 2019, durante la ola de protestas que sacudían Chile, sus posiciones contrarias al fenómeno le hicieron viral en redes sociales, impulso con el que se presentó como diputado en 2021 por el Partido Republicano fundado por su actual contrincante, el ultraderechista José Antonio Kast, resultando electo, aunque sin embargo, hoy corre por el margen más extremo de su excasa política.
«Kaiser cumple una función de polo radicalizador que acelera la radicalización ideológica de la derecha, en un momento en que el mismo sector reordena sus programas para resolver los problemas que tienen capturados y son la base de la actual competencia electoral: seguridad, migración y economía», sostiene el académico de la Facultad de Gobierno de la Universidad de Chile, Gonzalo Parra.
El candidato logra traducir en «lenguaje de sentido común y desprecio eso que no se puede decir en ciertos contextos políticos», y ahí reside parte de su fuerza: encarna la dimensión «anti-establishment», que estudios recientes asocian a las ultraderechas contemporáneas, agrega.
«No es un mero imitador»
El fenómeno Kaiser se inscribe en una tendencia global: la emergencia de líderes que, sin estructuras sólidas, logran articular alternativas en base a apuestas «emocionales» tras años de frustración ciudadana en contexto de crisis, dicen analistas.
«Kaiser ha mirado un poco a (Donald) Trump, otro poco a (Javier) Milei y algo de (Nayib) Bukele, sin duda. Pero son triunfos comunicacionales. Tiene una ruta más bien propia en ese sentido: no es un mero imitador de fórmula, no tiene consolidado un proyecto político, sí la idea de una batalla cultural que tiene que ganar a la izquierda», explica el sociólogo Alberto Mayol.
«En eso la ve como un conjunto de batallas donde el triunfo sobre el rival es algo esencial. Eso es lo que está estructurando su proceso de crecimiento», subraya.
«Candidato duro»
En Chile, estudios recientes revelan una creciente desvalorización de la democracia: aunque sigue siendo el régimen preferido, crece el número de ciudadanos dispuestos a aceptar un gobierno autoritario que garantice seguridad y estabilidad económica, advirtieron académicos a EFE.
«Kaiser está aprovechando el hastío con la política tradicional; la existencia de una pasión progresiva por el orden; y que las candidaturas con las que compite no han tenido un buen desempeño en las últimas semanas», dijo a EFE el director ejecutivo y analista del Instituto de Estudios de la Sociedad (IES), Claudio Alvarado.
El impacto de Kaiser, un fanático de AC/DC que ha reivindicado los fusilamientos de opositores en dictadura, ya es visible: ha desplazado el eje del debate hacia posiciones más duras y ha obligado a la derecha a repensar su propio campo, «un reordenamiento que va a verificarse según el resultado», dice Alvarado. EFE
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