
La crisis política en Mongolia se agrava tras anularse la destitución del primer ministro
Pekín, 23 oct (EFE).- El Tribunal Constitucional de Mongolia declaró inconstitucional la votación del Parlamento que destituyó la semana pasada al primer ministro, Zandanshatar Gombojav, una decisión que profundiza el bloqueo político en el país asiático, informó este jueves la agencia de noticias Montsame.
En una sesión celebrada este miércoles, la Gran Sala del alto tribunal dictaminó que la resolución parlamentaria número 95, aprobada el 17 de octubre, vulneró varios artículos de la Constitución, incluidos los relativos al principio del Estado de derecho y al procedimiento para la destitución del jefe del Ejecutivo.
Según el fallo, la vicepresidenta del Parlamento, Bulgantuya Khurelbaatar, que presidió la sesión, infringió normas constitucionales al dirigir la votación con una “fórmula incorrecta” y un registro de asistencia “no válido”, lo que invalidó el resultado de la moción.
El tribunal concluyó que tanto las actuaciones de la diputada como la resolución en sí contradecían las disposiciones sobre democracia, legalidad y supremacía de la Constitución.
La decisión judicial respalda, en la práctica, el veto emitido el lunes por el presidente, Ukhnaagiin Khürelsükh, contra la destitución del mandatario, al considerar también que se había producido un quebrantamiento de las normas parlamentarias.
Zandanshatar, nombrado primer ministro el pasado junio tras la dimisión de su predecesor Oyun-Erdene Luvsannamsrai, podrá continuar en el cargo mientras se resuelve el pulso político entre el Ejecutivo y el Legislativo.
El fallo llega en un momento de fuertes divisiones dentro del gobernante Partido Popular Mongol, que controla el Parlamento, y tras meses de descontento ciudadano por la inflación, el encarecimiento de la vivienda y las denuncias de corrupción en las instituciones públicas.
La pugna entre el presidente y los sectores reformistas del partido podría prolongar la inestabilidad política y complicar la gestión económica de un país dependiente de la minería y la inversión extranjera, advierten analistas. EFE
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