
La Fuente de las Náyades, símbolo de Roma, recupera su esplendor gracias al Jubileo
Roma, 16 jul (EFE).- La Fuente de las Náyades, obra maestra del Art Nouveau romano y símbolo de Roma al ser considerada la primera gran obra pública de la capital italiana, ha recuperado su esplendor gracias a una intesa labor de restauración como parte de los trabajos para mejorar la ciudad con motivo del Jubileo de 2025.
El emblemático monumento, cuya restauración comenzó en septiembre de 2024 y costó más de 580.000 euros, en el marco del programa Caput Mundi de renovación de la Roma con motivo del Año Santo, fue presentado por el alcalde de la capital, Roberto Gaultieri, informó este miércoles el Ayuntamiento.
Situada en la céntrica plaza de la República, la Fuente de las Náyades está considerada comúnmente la primera fuente de Roma, no tanto por la fecha de su construcción –iniciada bajo el pontificado de Pío IX – sino por su valor simbólico: fue la primera gran obra pública inaugurada después de que la ciudad se convirtiera en la capital del Reino de Italia en 1914.
«Gracias a una cuidadosa restauración y puesta en valor, la estructura ahora muestra su belleza original, reafirmando su papel central en el paisaje urbano de la capital», se explica en una nota.
Su estratégica localización, cerca de la Estación Termini, de la Basílica de Santa Maria de los Ángeles y de las Termas de Diocleciano, la Fuente de las Náyades ocupa una zona central de gran valor histórico, artístico y arqueológico, destino habitual de los miles de turistas y peregrinos que llegan a Roma.
Construida entre 1885 y 1888, está considerada uno de los mejores ejemplos de arquitectura Art Nouveau en Roma, fue diseñado por el arquitecto Alessandro Guerrieri, mientras que se considera también una de las obras más significativas de Mario Rutelli, autor en 1897 de sus esculturas y soluciones figurativas, por su audacia e innovación.
Sin embargo, la fuente se encontraba en un grave estado de deterioro debido a factores ambientales y microclimáticos, agravados por el intenso tráfico de la zona: todas las superficies estaban cubiertas por gruesas capas de piedra caliza, lo que dificultaba la legibilidad de la obra, en particular de los elementos escultóricos y decorativos, según el Ayuntamiento.
«Las obras de restauración han vuelto a revelar las suaves esculturas de las cuatro náyades, los refinados detalles de los animales y monstruos acuáticos, y la imponente figura de Glauco aferrado al delfín. Los cuencos y la alta base de granito rosa, diseñados por Guerrieri, también han recuperado sus tonos originales», explicó.
Los trabajos también incluyeron «la desinfección y desinfestación con tratamientos biocidas, la inspección y sustitución de las juntas de estanqueidad, la aplicación de una capa protectora a todas las superficies y la retirada y sustitución de la impermeabilización de los tanques». EFE
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